La reelección de Rodolfo Delgado como fiscal general de la república garantiza que se mantendrá el esfuerzo contra la impunidad. Solo aquellos que estaban a favor de perpetuar la corrupción se oponían a que continuara el único fiscal que tuvo el valor de acusar y llevar ante los tribunales a los corruptos de gobiernos pasados y que, al mismo tiempo, colaborara para combatir la delincuencia común que golpea a la ciudadanía.
La bancada parlamentaria de Nuevas Ideas, el grupo legislativo más numeroso y poseedor, por sí solo, de la mayoría calificada, lo tenía muy claro. Continuar con Delgado permitirá el desmontaje de la corrupción enquistada en el Estado y procesar a los criminales comunes, como los pandilleros.
Sin embargo, han sido los mismos de siempre, la alianza ARENA-FMLN, los que se han opuesto a la transformación de la sociedad salvadoreña y salieron en defensa de sus propios intereses. Como en su momento lo reveló el presidente Nayib Bukele, incluso desde el extranjero tenían intereses de proteger el antiguo estado de las cosas, por lo que se había solicitado, como condición para desmontar el ataque y boicot a El Salvador, que el Gobierno se hiciera del ojo pacho con personajes de la talla de Alfredo Cristiani, expresidente que reconoció ante la comisión especial que en su Gobierno se implementó la práctica de los sobresueldos.
Incluso se montó una operación basada en la corrupción para frenar esta posibilidad. Roy García se confesó, en un audio filtrado, como un operador político de la embajada de Estados Unidos para comprar la voluntad de un grupo de diputados de Nuevas Ideas para quitarle apoyo al presidente Bukele. Aunque la sede diplomática negó cualquier participación de un funcionario suyo en la operación, lo cierto es que no se descarta una estrategia de este calibre.
Los que se oponen a la llegada de Rodolfo Delgado al frente de la Fiscalía son los mismos que no quieren investigar los delitos y la corrupción cometidos por los anteriores fiscales generales, exfuncionarios o políticos. Buscan que la impunidad sea una coraza protectora de sus fechorías. Sin embargo, el pueblo salvadoreño se expresó por medio de los diputados de la bancada cian para mantener en marcha el plan de combate sin cuartel a la corrupción y el crimen.
Las mafias que una vez controlaron el Estado y que se habían protegido mutuamente sí tienen mucho que perder, pero el pueblo salvadoreño, honrado y trabajador, tiene grandes motivos para celebrar.