Los mexicanos nos distinguimos por ser muy guapachosos, cantamos y bailamos de todo, desde cumbiones locos hasta villancicos navideños.
Si eres un duende de la Navidad en potencia seguro te gustará saber la historia detrás de cada uno de los villancicos más cantados en México.
Burrito Sabanero, el villancico más famoso
orgullosamente Latinoamericano, creado por el artista y compositor venezolano Hugo Blanco en 1972.
Le pidieron que se inventara una rola navideña para compensar la ausencia de Topo Gigio, el clásico personaje que los niños de aquella época veían por las noches antes de dormir.
Su éxito fue tal que llegó a ser parte de la cultura popular navideña, no solo de los países de habla hispana, también a nivel mundial.
La Marimorena
Quizás pienses que este villancico navideño habla de la Virgen María, sin embargo, su historia va más allá de tener un tinte religioso. Aunque su origen no se tiene del todo claro, se sabe que la primera versión se cantó en España, en el año de 1702.
La historia tenía relación con la vida de una tabernera de Madrid de la época, mejor conocida como “María Morena”, pero conforme avanzaron los años se transformó en la versión religiosa que ahora conocemos dedicada a la madre de Jesús.
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El niño del tambor
La palma de oro a la historia más triste de los villancicos se la lleva “El niño del tambor”, que retrata la vida de un niño pobre que no tenía nada más para darle a Jesús que su tambor y su canto.
Se compuso a finales de los años 30 en República Checa y es una versión de la ópera de Jules Massenet del año 1902, donde se cuenta el encuentro entre un jaguar y la estatua de la Virgen María. El jaguar al no tener riquezas, le regala una rosa.
El villancico ganó popularidad en el mundo al ser traducido al idioma inglés en 1941 y posteriormente a otras lenguas. La versión más conocida en español es la del cantante Raphael.
Noche de paz
Uno de los villancicos más escuchados y antiguos de la temporada decembrina es “Noche de paz”. Fue escrito por el sacerdote del pueblo de Salzburg en Alemania en el año 1818, su inspiración llegó durante una de sus caminatas nocturnas mientras experimentaba una pacífica noche de paz.
Los peces en el río
Aunque se desconocen los inicios de este villancico que todos cantamos en alguna pastorela de la escuela, expertos en música han comentado que tiene influencia árabe y sus letras están llenas de símbolos.
Los peces serían los apóstoles o seguidores de Jesús, quienes al beber agua del río, brindan por su llegada al mundo, eso sí, hay distintas interpretaciones para cada una de las estrofas dependiendo de quién las lea.
Campana sobre campana
Otro clásico villancico que todos los mexas cantamos y del que se desconoce su origen. Al igual que “Los peces en el río”, esta canción tiene un curioso simbolismo sobre el repicar de campanas, como la alegría del mundo ante el nacimiento de Jesús.