La llamada “tarjeta de Claudia” registran aumentos de hasta 11 veces en tres años, son las becas que más promueve el Gobierno de la CDMX.
Se trata de “Mi Beca para Empezar” y “Uniformes y útiles escolares gratuitos”.
En 2020, el Gobierno reportó en las reglas de operación un total de 441 millones 60 mil pesos de presupuesto para el programa “Mi Beca para Empezar”, que sustituyó a “Niños Talento”, con el que se daba un estímulo económico a los estudiantes con mejores promedios y que ahora se reparte sin distinción, ni requisitos.
En 2021, el presupuesto para ese programa ascendió a 4 mil 605.8 millones de pesos. Y para 2022, según la petición enviada al Congreso por la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, aumentará en otros 850 millones de pesos, para llegar a un total de 5 mil 405.4 millones de pesos.
En tanto, por el programa de “Uniformes y Útiles Escolares Gratuitos”, asociado también a la “tarjeta de Claudia”, se reportó un presupuesto de mil 66.4 millones de pesos en 2021 y para 2022, la petición presupuestal fue de mil 138 millones de pesos.
REFORMA publicó que en noviembre, la Administración local armó una red de promoción de funcionarios de medio y alto nivel para destacar en sus mensajes a Sheinbaum, al Presidente y a la llamada 4T.
De acuerdo con expertos, este aumento millonario para becas, como el de la “Tarjeta de Claudia” obedece a la estrategia del Gobierno federal y local de definir el Presupuesto con motivación política-electoral, con miras a la elección de 2024.
La nueva tarjeta del Bienestar, con imagen asociada a la Federación y al Partido Morena, sirve para entregar recursos de becas, uniformes, alimentos, así como para obtener un seguro escolar y descuentos.
Darío Ibarra, experto analista en Economía de la UNAM, explicó que las actuales Administraciones federal y local cambiaron su política económica, al inyectar recursos del lado de la demanda, es decir, compradores, a diferencia de sus antecesores, que apoyaban el lado de la oferta, es decir, a los que producen.
Esta decisión, asegura, es estrategia política, que no es exclusiva de la CDMX, pero cuyo impacto deberá ser evaluado.
“Ejerce este tipo de apoyo a la demanda, pero simultáneamente asegurándose de conseguir votos para las elecciones que llegarán en 2024.
No podemos perder de vista el aspecto político, si va a haber cierto gasto que se va a crecer, lo que ocurre en todos lados del mundo es que se ejerce preferentemente en aquellas personas o grupos sociales que más votos le van a redituar al gobierno en turno y eso es justamente lo que estamos viendo.