- La CNDH ha señalado violaciones a la integridad personal y trato digno a Mario Aburto, por actos de tortura e incomunicación, así como al debido proceso.
En el documento de la CNDH se explica que tras una investigación se determinó que los actos de tortura en contra de Aburto se llevaron a cabo por parte de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), del Ministerio Público y custodios desde su detención en marzo de 1994 y hasta las primeras diligencias así como su traslado al CEFERESO número 1.
Por lo cual se recomendó a la Fiscalía General de la República (FGR) realizar una nueva investigación del caso de Mario Aburto, asesino confeso del candidato presidencial mexicano Luis Donaldo Colosio en 1994, por violaciones graves a sus derechos humanos.
Además, señaló violaciones a la integridad personal y trato digno, por actos de tortura e incomunicación, así como al debido proceso.
También se acreditó que personal médico y custodios del Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) número 1 en Almoloya de Juárez, estado de México, “incurrieron en actos de tortura”, además de que lo dejaron incomunicado y alejado de su familia, lo que constituye una violación a los derechos humanos a la integridad personal y trato digno.
“Las nuevas consideraciones y hallazgos, advierten violaciones graves a derechos humanos; por ello, la CNDH establece que la FGR deberá realizar una investigación del caso que dio origen a la detención y sentencia de la víctima“, apuntó la Comisión.
Además, dijo que en estas nuevas diligencias “se deberán abordar sin perjuicio y con perspectiva pro homine (pro persona), aportar como prueba la propia recomendación y considerar las múltiples omisiones, ocultamientos y acciones generados en el pasado”.
La CNDH dijo que la nueva investigación o la reapertura de la anterior “tendrá como finalidad subsanar deficiencias y llegar al pleno esclarecimiento de los hechos”, que permitan a la víctima y a la sociedad mexicana acceder al derecho a la verdad de manera individual y colectiva de las reiteradas violaciones a los derechos humanos cometidas.
Y que el Estado responda por sus actos, no solo a través de acciones de reconocimiento y reparación integral del daño, sino también mediante acciones y políticas de no repetición.
El 23 de marzo de 1994, Colosio encabezó un mitin en la fronteriza ciudad de Tijuana y al bajar para saludar a la gente un hombre le puso un revólver cerca del oído y le disparó en la cabeza y en el abdomen, falleciendo menos de dos horas después en el hospital.
Si bien en aquel momento se detuvo al presunto asesino material, Mario Aburto, quien actualmente cumple condena en prisión, las investigaciones se prolongaron durante años en busca de un posible autor intelectual o de un complot.
El asesinato de Luis Donaldo Colosio se considera el magnicidio más grave en México desde 1928, cuando fue asesinado el presidente electo Álvaro Obregón, quien ya había presidido el país en el periodo 1920-1924.
Hace dos años, cuando el caso cumplió 25 años, la familia de Mario Aburto envió una carta al presidente, Andrés Manuel López Obrador, pidiéndole que reabriera el caso.
El 25 de marzo de 2019 López Obrador, anunció que había leído la carta y afirmó, en aquel momento, que se estaba evaluando reabrir el caso.