Ciudadanos desalojados de sus hogares, un aeropuerto que no funciona y el turismo inexistente, son algunos de los saldos más relevantes que ha dejado la erupción del volcán Cumbre Vieja, en el archipiélago de La Palma de Canarias, España, a un mes de iniciada su actividad.
Ángel Víctor Torres, presidente del Gobierno de Canarias, dijo que no hay señales de que el fin de la erupción del volcán Cumbre Vieja sea inminente, “aunque este es el mayor deseo de todos”; un mes después de que las autoridades se pusieran en alerta, el caos continúa.
Corrientes de lava han arrasado más de 742 hectáreas de tierra y destruido casi dos mil edificios en La Palma desde que el Cumbre Vieja hizo erupción el 19 de septiembre. Cerca de siete mil personas dejaron sus hogares en el archipiélago de las Islas Canarias, frente al noroeste de África.