En 1993, la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), declaró el 17 de octubre como el “Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza” con el propósito de promover mayor conciencia sobre las necesidades para erradicar la pobreza y la indigencia en todos los países. Asimismo, invita a todos los gobiernos a que dediquen el Día a presentar y promover, según proceda en el contexto nacional, actividades concretas de erradicación de la pobreza.
Según la ONU, la pobreza no es solo una cuestión económica, sino que debemos dejar de observarla exclusivamente como una falta de ingresos. La pobreza es en sí misma un problema de derechos humanos urgente y es a la vez causa y consecuencia de violaciones de los derechos humanos, las personas que viven en ella se ven expuestas regularmente a la denegación de su dignidad e igualdad.
México, junto con otros 192 países, se comprometió con la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a no dejar a nadie atrás y se aspira a erradicar la pobreza para el año 2030. Para ello, es necesario que los gobiernos, Federal, Estatal y Municipal actúen rápidamente y traduzcan los ODS en políticas eficaces respaldadas con recursos adecuados.
El Objetivo 1 de la Agenda 2030 establece “erradicar la pobreza en todas sus formas sigue siendo uno de los principales desafíos que enfrenta la humanidad. Si bien la cantidad de personas que viven en la extrema pobreza disminuyó en más de la mitad entre 1990 y 2015 (de 1.900 millones a 836 millones), aún demasiadas luchan por satisfacer las necesidades más básicas”.