Las autoridades rusas abrieron este sábado una línea de investigación sobre la muerte de 18 personas en la ciudad de Ekaterimburgo, tras haber consumido alcohol adulterado.
Esta es la segunda tragedia de este tipo en menos de dos semanas ocurrida en este país europeo, ya que a comienzos de octubre, otras 36 personas ya habían muerto en la región de Oremburgo, situada al sur de Rusia, después de beber alcohol adulterado que contenía metanol, un producto altamente tóxico.
Según el comité de investigación, durante las dos últimas semanas en Ekaterimburgo, una ciudad situada en los Urales-, varias personas vendieron a los ciudadanos un alcohol metílico que era tóxico y peligroso para la vida y la salud.