Si alguien tenía dudas del poder de Facebook Inc. sobre la vida diaria de medio planeta, el pasado lunes sin duda alguna, tuvo su respuesta.
Fueron seis largas horas, todos los servicios de la empresa dueña de Facebook, WhatsApp e Instagram (tres de las cuatro redes sociales más grandes del mundo), con sede en California, estuvieron inutilizados por un fallo técnico.
Aunado a que mantiene un sólido respaldo de sus clientes, y no existen mecanismos legales en México que la comprometan a resarcir los daños económicos a terceras personas, no tendrá repercusiones significativas para Facebook.
Jorge Fernando Negrete Pacheco, socio presidente y fundador de Digital Policy & Law Group, explicó que al no tener Facebook la figura de concesionario en el mercado nacional, puede deslindarse de cualquier responsabilidad económica y jurídica, contrario a lo que sucede con empresas como AT&T o América Móvil.
“Por ser una empresa Over The Top (OTT, por su sigla en inglés) que corre por internet y que no está regulada, no se le puede fincar responsabilidad porque no hay una prestación de un servicio público”, indicó Negrete.
En caso que algun afectado por el apagón desea denunciar, deberá hacerlo en la Procuraduría Federal del Consumidor, a través de Subprocuraduría de Telecomunicaciones, pero no hay una ley o norma que permita hacerla.
“Debemos pensar en cómo trabajar en responsabilidades mínimas, desde el lado de la Profeco, en los derechos del consumidor digital, lo que puede hacer en estos casos y en los daños y perjuicios que puede ocasionar”, comentó el especialista.
Rafael Pazarán, especialista en tecnología de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle, aseguró que por la “gratuidad” del servicio de Facebook, no existen leyes mexicanas que puedan respaldar sus interrupciones.
Aseguró que el sólido respaldo financiero de la firma estadunidense es producto de los servicios de marketing, publicidad y de los canales comerciales y gran parte de estos ingresos se hacen de forma anticipada a través de pautas publicitarias.
“Somos el producto en estas plataformas, no somos los clientes. Las empresas son los clientes que pagan por sus servicios de marketing para que sus productos aparezcan en sus plataformas. La moneda del ciudadano de a pie son sus datos, no estamos pagando nada”, detalló Pazarán.
El Congreso de Estados Unidos publicó un informe en 2020 en el que afirmaba que Google, Facebook, Apple y Amazon tienen “poder de monopolio”, es decir, tienen el poder de frenar cualquier nueva competencia en su terreno de juego.
En el caso de Facebook, ese monopolio es además sobre la conversación. Las últimas revelaciones evidencian cómo la única prioridad de la empresa es el crecimiento en horas de uso, y a ello se supedita la higiene de los contenidos, incluso la salud mental de sus usuarios.
El apagón de Facebook revela la urgencia de avanzar en este sentido. Pero la partición puede no ser la mejor opción, puede no ser práctico ni realista con el actual nivel de concentración de un mercado que han creado ellos mismos.
En cualquier caso, son hoy actores económicos sistémicos imprescindibles para desarrollar la vida tal como la conocemos, pero carecen de una regulación que sí experimenta la banca, la energía o el transporte.
Nota original de: TechnoNoticias