Las catástrofes naturales son inevitables e impredecibles aunque se mejore en tecnologías humanas. Esta semana México volvió a cimbrar su suelo en el mes patrio como si fuera ya una costumbre. El 7 de septiembre de 2021 ocurrió un terremoto de magnitud 7.1, se registró a las 20:47 hora local y tuvo su epicentro cerca de Acapulco, Guerrero. La Comisión Federal de Electricidad reportó que 1,6 millones de usuarios se vieron afectados en Ciudad de México, Estado de México, Guerrero, Morelos y Oaxaca.
Afortunadamente, no hubo daños mayores, sólo el susto y muchas incógnitas respecto a que tan preparados estamos ante desastres naturales.
Comenzando por el huracán “Grace”, que entró por Veracruz el pasado 21 de agosto y después tocó tierra en Puebla e Hidalgo, dejó un saldo de 13 muertos, ocho en Veracruz y cinco en Puebla, así como afectaciones en 149 municipios y tres mil 733 localidades
El Gobierno de México otorgará apoyos por 35 mil pesos a los damnificados que dejó el huracán en los estados de Veracruz, Puebla e Hidalgo, así lo informó el Secretario de Bienestar, Javier May.
La ayuda será entregada de manera directa y sin intermediarios del 14 al 21 de septiembre. El monto de 35 mil pesos será por vivienda, y de manera directa. Lo anterior con el objetivo de que las familias afectadas puedan hacer reparaciones o reconstruir sus casas para volver a la normalidad lo más pronto posible.
Este fenómeno natural trajo consigo fuertes lluvias en el centro del país, lo cual afectó la zona limítrofe de la ciudad de México. Las inundaciones en los municipios de Nezahualcoyotl y Ecatepec principalmente, afectan a sus habitantes cada época de lluvia. Ante esto Germán Martínez Santoyo, director general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), se reunió éste junio con el alcalde de Nezahualcoyotl, Juan Hugo de la Rosa, quien le planteó un proyecto para resolver el problema de las inundaciones en esta localidad.
Ante el terremoto, el presidente López Obrador expresó lo siguiente : «Tenemos que enfrentar estas adversidades y salir adelante. Desde luego, hay veces que se tiene que padecer momentos difíciles, pero no siempre se está de malas, siempre hay la esperanza y los mexicanos somos así, nunca perdemos la fe, nunca nos quitan el derecho a la esperanza y vamos hacia adelante ».
Mi esperanza es que en verdad se solucione la problemática de las inundaciones, ya que aunque no haya huracanes, en época de lluvias siempre se ven afectados los habitantes de esta zona. Ojalá que este gobierno sí le de seguimiento a éste desafío, ya que en sexenios pasados ni por fingido se ocuparon del tema. No sé pueden evitar los desastres naturales ; sin embargo si se puede planificar mejor una ciudad. El día del sismo para poner más emoción estaba inundado en estás zonas, así que bromeando algunos habitantes expresaron que temían la llegada de un tsunami.
Araceli Fuerte Carbajal