La Casa de Papel ha sido una de las mejores producciones que se han realizado en el gigante del streaming Netflix. Luego de un largo tiempo de espera, este viernes se estrenará la primera parte del fenómeno español, el cual comienza con la despedida de una serie que ha cambiado el panorama de la ficción española y es una de las más vistas del mundo.
“La serie nos ha ayudado a todos a ganar confianza en los proyectos que hacemos, a entender que también somos capaces de hacer cosas que antes a lo mejor solo hacían los americanos”, comentó la actriz Úrsula Corberó (Tokio).
“Cuando me dieron los primeros guiones, antes de empezar a rodar, yo decía esto es rarísimo, esto puede ser la bomba o ser una de esas cosas que no hemos hecho nunca, que no sabemos cómo se hace, un quiero y no puedo”, agregó.
“Nos ha dado también un chute de autoestima dentro de la industria y es muy importante eso, darnos cuenta y ser conscientes de que en España somos capaces de hacer cosas increíbles”, indicó.
“Tiene que pasar todavía tiempo para poner en perspectiva lo que nos ha pasado”, manifestó Pedro Alonso (Berlín), “una suma de variables y un milagro al mismo tiempo”.
“Ha sido una serie ambiciosa en términos de género, que no compitió con el género de atracos habitualmente anglosajón o americano y tiene personajes más calientes, más latinos, con una iconografía pop que además pulsa un sentimiento universal de hartazgo frente al sistema y los poderes fácticos y los bancos”, continuó.
“Si la industria de la televisión española no hubiera pasado por la crisis que pasó hace doce o trece años, cuando estuvo todo a punto de saltar por los aires, y si no hubiera habido tantos profesionales trabajando en condiciones precarias, no habría gente tan preparada para lo que ha pasado ahora y para sostener la entrada de más pasta cuando ha llegado”, finalizó.