El periódico Reforma (29.07.21) a partir de información del INEGI, publicó la estadística de la violencia del 2000 al 2020, los años que el país, junto con 2021, tiene de vivir en democracia.
El comparativo incluye los sexenios de los presidentes Vicente Fox Quesada (2002-2006); Felipe Calderón Hinojosa (2002-2012); Enrique Peña Nieto (2012-2018) y los dos primeros años del presidente Andrés Manuel López Obrador (2019-2020).
Dos indicadores que se pueden aplicar a la gestión de los cuatro presidentes, en los años de la democracia, son el número de los homicidios dolosos por día y mes. En los seis años del gobierno de Fox el promedio de los asesinatos fue de 32 al día; en los de Calderón 56; en los de Peña Nieto 72 y en los dos primeros años de López Obrador 101. Si se compara a Fox con López Obrador, el primero y el último, la diferencia es de más de 300 %.
El promedio de los asesinatos por mes en el sexenio de Fox fueron 973; en el de Calderón 1,689; en el de Peña Nieto 2,182 y en los dos primeros años de López Obrador 3,051. Si se compara a Fox y López Obrador la diferencia es de más de 300 %.
Se puede hacer también el comparativo por años y la suma total de los homicidios aunque López Obrador solo lleva dos años. En 2000, que fue el peor año para Fox, hubo 10,737 asesinatos y en 2004, el mejor 9,329; en 2011, el peor año para Calderón, hubo 27,213 y en 2007, el mejor, 8,867.
En 2018, el peor año para Peña Nieto, hubo 36,686 asesinatos y en 2014, el mejor, 20,010; en 2019, el peor año para López Obrador 36,661 y en 2020 el mejor, 36,579. Entre los dos años no hay distinción. Si se compara el peor año de Fox y de López Obrador la diferencia es de casi 400 %.
A nivel total en el sexenio de Fox hubo 70,089 asesinatos; en el de Calderón 121,613; en el de Peña Nieto 157,158 y en los dos años y medio de López Obrador 90,177. Si se mantuviera la tendencia el actual presidente terminaría con 216,733. Si se compara el sexenio de Fox con la proyección del sexenio López Obrador la diferencia sería de 300 %.
En términos porcentuales en el año de menor violencia en la historia del siglo XX en México que fue el último de Fox y el primero del Calderón con 9 homicidios por 100 habitantes. En ese contexto, el presidente Calderón decidió declarar la guerra al narcotráfico diez días después de asumir el poder. Plantea una nueva estrategia, para enfrentar al crimen organizado radicalmente distinta a la de sus antecesores.
Se desató la guerra y con ella se elevó exponencialmente el número de los asesinatos. Jorge G Castañeda y yo hemos dado cuenta de los resultados de esa estrategia y propuesto una explicación de la decisión del presidente, que sería largo de contar. Se puede ver: El narco: la guerra fallida (2009) y Los saldos del narco el fracaso de una guerra (2012).
Peña Nieto continuó la estrategia de Calderón. En un inicio había dicho que la cambiaría, pero no lo hizo. López Obrador sí ha cambiado la estrategia de manera radical en busca de reducir el número de los homicidios. Ésta se sintetiza en: “Abrazos y no balazos” y “La violencia trae violencia”. Ha cedido y dejado que el crimen organizado haga. Hasta ahora esa estrategia ha traído más violencia y más asesinatos. Habrá que ver el resultado al final del sexenio.