Hoy la crisis climática esta alcanzando niveles críticos, y un gran número de naciones comienzan a sufrir las consecuencias de las malas decisiones que hemos tomado como especie.
Esta vez, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) presentó el nuevo Reporte del Estado del Clima de América Latina y El Caribe 2020, dónde se dio a conocer que el cambio climático se hará notar en la región con un récord de huracanes y sequías severas, así también con el aumento del nivel del mar y de incendios forestales. Señaló que será la “nueva normalidad” de no detener la emisión de gases de efecto invernadero.
Por otra parte, según la investigación, las regiones de Latinoamérica y el Caribe son de las más afectadas por el cambio climático, y los fenómenos meteorológicos, siendo estos los causantes de daños a la salud, comida, agua, energía, y desarrollo socioeconómico. Agrega que los eventos relacionados con el clima cobraron la vida de más de 312 mil habitantes de diversos países de la región.
“La región de América Latina y el Caribe enfrenta y seguirá enfrentando graves crisis socioeconómicas debido a los eventos hidrometeorológicos extremos. En los últimos tiempos esto se ha visto agravado por los impactos de la pandemia de COVID-19. La recuperación posterior al COVID 19 será un gran desafío. Para asegurar es recuperación es fundamental seguir impulsando el Objetivo de Desarrollo Sostenible 13 que señala la adopción de medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus impactos”, manifestó Petteri Taalas, secretario general de la OMM.
Así mismo, el informe detalló que durante el año 2020 fue uno de los tres años más cálidos para la región, y el segundo más cálido de América del Sur. De igual forma, se destacó que la sequía tuvo un impacto significativo en el rendimiento de los cultivos y producción de alimentos.
Finalmente, se resaltó que las lluvias provocaron deslizamientos de tierra e inundaciones repentinas en las zonas rurales y urbanas de América Central y del Sur. Los huracanes destacados del 2020 fueron Eta e Iota, ambos de categoría 4, los cuales afectaron a más de 8 millones de personas en Centroamérica, afectando su acceso a comida.