El día de ayer se anunció el incremento de casos de personas contagiadas por COVID-19 en México; más de 20,685 casos en solo día; es decir, casi la misma cifra de contagios el 21 de enero del presente año (PRIMERA OLA).
Muy a pesar de esta cifra, el Gobierno de México y la gran mayoría de los Gobiernos Locales han sido irresponsables en establecer medidas sanitarias para evitar los contagios.
Sin embargo, tampoco es culpa al 100% de nuestros gobernantes, también hay mucha gente que, sin la necesidad de salir de casa, lo ha hecho y se ha relajado en las medidas para protegerse. También, hay gente que ha decidido no ponerse la vacuna por mil razones ideológicas; y hay mucha gente que le gusta decir que esta enfermedad no existe.
Desde el inicio de la pandemia hasta el día de ayer, van 2,901,094 personas contagiadas, es decir, el 2% de la población total en México se ha contagiado; quizá la cifra no es tan grande, pero sí debe considerarse los efectos negativos económicos y pérdidas de vidas que han generado.
Todos vemos en los medios de comunicación como ya están regresando a la normalidad otros países; ejemplo de ello, Estados Unidos donde se puede ver un avance a la normalidad (pero allá te vacunan en TODOS LADOS).
Pero los países con mayor normalidad han sido los que más han vacunado a su población; en México, muy a pesar de todo lo que ha hecho el Gobierno de México, no ha logrado avanzar considerablemente para vacunar a buena parte de su población y mucho menos de aplicar la segunda dosis (imaginemos la situación en caso de requerir una tercera dosis).
Si bien es cierto que nuevamente no se puede detener la economía de México y muchas otras razones, es cierto que todo debe fluir con responsabilidad; enviar a los niños a la escuela es una decisión SUMAMENTE IRRESPONSABLE; y lo es, porque no hay protocolos de seguridad para ello, el gasto que se genera en escuelas públicas para que tengan gel desinfectante y desinfectar las áreas todo el tiempo, la irresponsabilidad de algunos padres de enviar a los hijos a la escuela contagiados (quizá sin saberlo); y como dicen muchos, si no pueden controlar brotes de piojos, viruela o sarampión, ahora quieren controlar un virus totalmente letal, SIMPLEMENTE NO.
La realidad es que ante esta decisión está la duda ¿y las vacunas para los niños?; claro está el PODER POLÍTICO DE LA VACUNA…
Se hace circo, maroma y teatro de todo lo que hace el Gobierno Federal para vacunarnos; desde la custodia, traslado, número de dosis y demás; hasta nos piden dar las gracias al Presidente y a Claudia Sheinbaum por vacunarnos.
Pero la realidad ha sido otra, el Gobierno ha sabido manejar muy bien políticamente hablando la vacunación; si hablamos de vacunas pensamos en Marcelo Ebrard y el Ejecito; y prácticamente, los Gobernadores son nuestros voceros de cuándo debemos acudir para vacunarnos.
Ahora bien, se vacunó a los médicos (algunos) CORRECTO; se vacunó a los MAESTROS, INCORRECTO porque no eran prioritarios ante el cierre de clases; la prioridad de vacunación ha tenido una rentabilidad electoral, tan es así, que los centros de vacunación para las personas que viven en la Alcaldía de Benito Juárez en la Ciudad de México son menos, a comparación de otras Alcaldías gobernadas por MORENA.
En algunos estados, no ha avanzado la vacunación con la misma efectividad que en otros; mientras unos ya están vacunando a jóvenes otros siguen en los 50 años.
Desafortunadamente, el Gobierno de México no pretende liberar la compra de vacunas para que muchas personas la puedan comprar y ponérsela; y no lo hace, por todo el capital político que pierde. La ola es la responsabilidad de todos, pero más irresponsable es, una vacunación políticamente correcta.
Mario A. Zapata Barajas.
