Recientemente diferentes medios de comunión han comentado sobre la militarización del país, por la posibilidad de que la Guardia Nacional puede ser presidida por un integrante de las fuerzas armadas o pase a la administración del Ejército o la Marina lo cual en sentido estricto no es cierto, tal como lo dijo el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador desde marzo del 2021 “de que estamos militarizando al país carecen de toda lógica y, en su mayoría, de la más elemental buena fe. No se ha ordenado a las fuerzas armadas que hagan la guerra a nadie. No se les ha pedido que vigilen u opriman a la sociedad, que violen las leyes, que coarten las libertades y mucho menos que se involucren en acciones represivas o violatorias de los derechos humanos, añadió que el gobierno ponderó la labor de soldados y marinos y les agradeció su “lealtad a las instituciones civiles”, sin la cual “no tendríamos los mismos resultados en seguridad, desarrollo y bienestar”. Lo cual es correcto.
Sobre este particular debo señalar con conocimiento de causa, mi gratitud y reconocimiento a la Marina, Ejército y Fuerza Aérea, porque gracias a ellos, la delincuencia en México al menos en los últimos 25 años no se ha desbordado.
Las encomiendas que se les den, en cualquier ámbito, sea de enfrentar a la delincuencia, defensa de la soberanía, emergencia, reconstrucciones, cuestiones médicas, lo que se les encargue lo harán con toda puntualidad, eficiencia y eficacia, basta ver que es en la misma, en que la ciudadanía tiene más confianza en cualquier encuestas institucional y gubernamental que veamos.
En este sentido, hablo desde mi experiencia personal, porque desde mi bisabuelo Eduardo Blanco, y mi padre Gonzalo Blanco (teniente de la Fuerza Aérea) mi vida ha transcurrido entre militares que pertenecen a la secretaría de la Defensa Nacional, todos con enorme lealtad a México.
Esto de que las fuerzas armadas se involucren en tareas civiles no es nuevo, basta ver cuántos presidentes tuvieron origen o formación militar en México y el USA. En nuestro país Porfirio Díaz, Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles, Lázaro Cárdenas entre otros. En los Estados Unidos solo por mencionar algunos que tuvieron formación militar y fueron presidentes Dwight Eisenhower, John F Kennedy, Lindon B Johnson, Richard Nixon, etc. En ambos países la presencia de los soldados en decisiones de carácter civil ha estado presente.
Hay que recordar que noticias similares surgieron en la administración del presidente Ernesto Zedillo (1994-2000) cuando los mismo tomaron posición dentro de la entonces Policía Judicial Federal de la extinta PGR, y la Policía Federal Preventiva entre otros.
Soy un convencido que los militares, marinos y pilotos de la fuerza aérea, son mexicanos y mexicanas, formados y forjados con los más firmes principios y valores por amor a la Patria. Está muy lejos esa injusta tentación de que los militares vuelvan al poder civil, como lo han dejado en claro de que la vocación de las fuerzas armadas es servir al país.
Mi solidaridad a las nuestras instituciones.