Las autoridades de la Ciudad de México anunciaron que a partir del pasado 20 de Julio cualquier persona mayor de 30 años, sin importar su domicilio, podría ir a vacunarse en cualquier sede abierta de las alcaldías, en las que se pondrá la vacuna rusa Sputnik V, esto con un intento por frenar los contagios.
De acuerdo con el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF) y al Instituto Gamaleya de Moscú la vacuna Sputnik V tiene una efectividad del 97.6%.
A diferencia de vacunas como Pfizer o Moderna, la vacuna rusa Sputnik V aún no tiene la aprobación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). De acuerdo a Kirill Dmitriev, director del Fondo comercializador de la inyección, se espera que el próximo mes de agosto obtenga luz verde.
La vacuna Sputnik V puede ser aplicada a mayores de 18 años. Se inyecta vía intramuscular en el brazo en dos dosis de 0.5 ml cada una. De acuerdo a la SSA, debe haber un intervalo entre 21 a 28 días entre ambas. A diferencia de otras vacunas, las dosis aplicadas de la vacuna Sputnik V no son iguales.
De acuerdo a la SSA, algunos efectos secundarios que los vacunados desarrollan en el primer o segundo día incluyen: “dolor en el sitio de aplicación, hiperemia e inflamación, y manifestaciones generales como el síndrome pseudogripal de corta duración (escalofríos, fiebre, mialgias, artralgias, astenia, malestar general, cefalea)”.
El mismo organismo de Salud no recomienda colocar compresas en el brazo, ni el consumo de analgésicos de tipo salicilatos, pues podrían confundir los efectos secundarios de la vacuna con reacciones al medicamento. Además, aquellos que tuvieron complicaciones graves (choque anafiláctico, reacciones alérgicas generalizadas y graves, síndrome convulsivo, fiebre superior a 40ºC, etc) tras la primera dosis, está contraindicado la aplicación de la segunda.