Conocido como el capo de la mafia irlandesa en Boston, en 2018 fue asesinado en una prisión federal de Virginia Occidental, a donde poco antes había sido trasladado. Sin embargo, las causas de su muerte nunca se esclarecieron. Estuvo entre rejas tras ser condenado a cadena perpetua en 2013 por diversos cargos, incluido el asesinato de 11 personas.
El documento recién publicado, de 300 páginas, evidencia que el FBI estaba al tanto del tipo de criminal que era Bulger ya antes de reclutarlo como informante. Su mafia manejaba préstamos, apuestas y tráfico de drogas en el área de Boston.
Los registros muestran que el grupo criminal también dirigía un esquema de arreglo de carreras de caballos, que consistía en sobornar a jinetes y drogar a los animales para beneficiar a mafiosos que operaban en Boston, Pensilvania, Nueva Jersey y Las Vegas.
Bulger había conseguido escapar de la ley en 1994, cuando su contacto del FBI le advirtió que estaba a punto de ser encausado. Por años formó parte de la lista de los más buscados de EE.UU., hasta finalmente ser arrestado en 2011 en California. Antes pasó mucho tiempo escondiéndose de la Policía, junto con su novia, y viviendo de más de 800.000 dólares que había escondido en las paredes de sus apartamentos.
De acuerdo con los informes, el gánster tenía ya 89 años y usaba silla de ruedas cuando, menos de 12 horas después de llegar a la penitenciaría de Hazelton, fue golpeado a muerte y sus victimarios le sacaron los ojos, recogen medios locales. Tres presos presuntamente involucrados fueron recluidos en régimen de aislamiento, pero ninguno ha hablado al respecto.