Las inundaciones en Europa occidental, que suman más de 170 decesos, y que aún causan estragos en partes de Austria, han dejado trágicas historias como las de 12 residentes discapacitados que fallecieron en el asilo Lebenshilfe Haus.
Las víctimas vivían en Ahrweiler, Renania-Palatinado, uno de los estados más afectados tras las intensas lluvias e inundaciones en Alemania.
“Eso es terrible. Nuestros empleados están traumatizados, pero aún así ayudan lo mejor que pueden. También está en el proceso de cuidar a los demás residentes de Neuwied”, dijo a Bild el director gerente Stefan Möller.
Bild recuerda que lo peor en Ahrweiler ocurrió por la noche. El afluente del Rin fluye normalmente a 100 metros de la instalación.
El medio “Rhein-Zeitung” describió que las víctimas “se ahogaron impotentes en este edificio oscuro en el que, como en cualquier otro lugar, se cortó la luz”.
Para el alcalde Andreas Geron, la tarea principal sigue siendo restaurar la infraestructura; es decir, el suministro de electricidad y agua, en las áreas inundadas.
El presidente de Lebenshilfe, Ulrich van Bebber, también informó que otros residentes estuvieron encerrados en el piso superior durante horas. Fueron atendidos por los bomberos en botes hasta que pudieron ser llevados a un lugar seguro.
Ahora, dice, los sobrevivientes están en un hotel en Neuwied junto a un centro de ayuda católico, donde, según van Bebber, pueden quedarse por el momento.
Mientras, las lluvias siguen golpeando a Europa. Este sábado, una gran riada devastó el centro de Hallein, en Salzburgo, Austria.