Negadas a convertirse en futuras hamburguesas, 40 vacas se rebelaron contra su destino de ser sacrificadas por su rica carne y, haciendo uso de una reja abierta por descuido, se fugaron colectivamente este martes de un matadero en las inmediaciones de Los Ángeles.
Al respirar el aire de la libertad, los animales caminaron aproximadamente un kilómetro y medio hasta llegar a la zona residencial de Pico Rivera y adueñarse de sus calles. Una vaca llegó incluso a atacar a cuatro miembros de una familia, que cayeron al suelo y sufrieron lesiones leves. También hubo otro enfrentamiento entre uno de los animales y un voluntario que trató de acorralarlo y terminó en el suelo.
El gestor municipal de Pico Rivera, Steve Carmona, comentó al canal local KTLA que en un momento dado se vio obligado a saltar a un auto para que el ganado no le pasara por encima, y agregó que la situación fue bastante “espantosa”.
La libertad de las vacas, sin embargo, fue breve. La Policía local ayudó a acorralarlas y devolverlas a la planta de procesamiento de carne de la que habían huido. “De las 40, 38 fueron capturadas, una fue abatida y otra no ha sido localizada”, detallaron desde el departamento policial en declaraciones recogidas por AP.