La Secretaría de Relaciones Exteriores responsabilizó al laboratorio chino CanSino y a la Secretaría de Salud de gestionar el contrato de adquisición de 35 millones de vacunas contra el covid-19, incluso para elegir su empresa afiliada en México –en realidad, una sociedad de papel constituida en Suiza y decidir el país en el que se rige la relación comercial: Singapur.
Sin desmentir ninguna parte del reportaje publicado hoy por Univisión y Poder que reveló las anomalías en el contrato, la Jefatura de Oficina del canciller Marcelo Ebrard Casaubón, a cargo de su exvocero Daniel Millán, aseveró que su papel en esta transacción se limitó a facilitar un espacio de diálogo entre la empresa CanSino Biologics y las instancias adquirientes y técnicas de la Administración Pública Federal, particularmente con la Secretaría de Salud.
Si bien Ebrard y la subsecretaria Martha Delgado presumen desde hace más de medio año sus gestiones para traer vacunas a México –entre ellas la CanSino–, la dependencia minimizó ahora su papel en la transacción y echó la responsabilidad a la SSA.
La Cancillería también aseveró que ella no tuvo intervención alguna en la designación de la empresa LATAM Pharma para llevar a cabo la representación legal de CanSino en el país; aparte, sostuvo que, “como es usual en transacciones internacionales de esta magnitud”, las partes eligieron que el contrato se aplicaría bajo las leyes de Singapur, para brindar “certidumbre jurídica a los firmantes”.