Actualmente los populares “hackers” están operando todos los días para encontrar información privada de las organizaciones que estén alojadas en la web, con ello logrando saber datos de suma importancia dentro de la empresa, que puede ocasionar serios daños a futuro.
Radamés Hernández, Director del Centro de Respuesta de Incidentes Cibernéticos de la Guardia Nacional alertó que en México dependencias federales y su información están en la mira de hackers ya que el cibersecuestro se convirtió en una pandemia internacional.
“Ya tuvimos en el pasado los casos de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas que fue otro tipo de código, también tuvimos el de la Secretaría de Economía, el de PEMEX”. Afirmó el Director.
Hace unos meses tuvimos el caso más reciente en la Lotería Nacional: Avaddon, un grupo que ataca instituciones a nivel global, obtuvo información administrativa y pidió a cambio cien mil dólares.
El Centro de Respuesta de Incidentes Cibernéticos de la Guardia Nacional asesoró no pagar el rescate.
Ante esto Radamés Hernández, mencionó: “Nunca es recomendable pagar nada porque el asunto es que el delincuente lo que hace es, te da una muestra y después te pide más dinero”.
¿Cómo operan los hackers de información?
Los hackers encuentran vulnerabilidades en los sistemas o códigos de programación que pueden usar como puertas, qué puertos, qué ventanas están abiertas, es lo que utilizan para infiltrar el código malicioso.
Dentro de la información vulnerable que los hackers buscan vulnerar o sustraer son:
- Bases de datos
- Información financiera
- Manuales de operación
- Contratos
“A una empresa privada, si le secuestran la parte financiera literalmente te dejan en bancarrota porque no tienes ni cómo cobrar esos activos, ni como liberar esos activos”. Radamés Hernández refirió.
Será un tema de seguridad nacional si intervienen infraestructura crítica: “El sector energético, el sector de alimentos, el agua, la energía eléctrica”, señala el especialista.
El cibersecuestro es delito. Introducir un código malicioso se sanciona con dos o tres años de prisión. Si se acompaña de extorsión por información, por ejemplo, con hasta 15 años.
“Es como luchar en contra de un enemigo invisible”, puntualizó Radamés Hernández destacando la importancia del tema.