No todos los planetas se encuentran atados a una estrella. A estos se les llama “exoplanetas vagabundos” o “errantes”, y aunque no tienen la energía suficiente para albergar vida, parece ser que no ocurre lo mismo con sus lunas. Una reciente investigación publicada en International Journal of Astrobiology ha afirmado este increíble hecho.
En el trabajo se señala que las lunas de los exoplanetas errantes tendrían las condiciones propicias para poseer atmósferas y agua líquida, gracias a la radiación cósmica y las fuerzas de marea del planeta. Esta última le serviría como fuente de calor que mantiene el agua en estado líquido.
Si el 90% de la atmósfera de la luna consiste en dióxido de carbono, cabe la posibilidad de que exista un efecto invernadero lo suficientemente grande como para retener el calor y conservar el agua líquida. Juntas, estas fuentes de energía serían suficientes para mantener el agua en estado líquido.
Exoplanetas y sus lunas
Aun cuando, es difícil catalogar a los exoplanetas en general, muchos análisis han identificado candidatos al estudiar el efecto gravitacional que estos exoplanetas deberían tener en la luz de las estrellas distantes. Según las estimaciones, puede haber al menos un exoplaneta gigante gaseoso del tamaño de Júpiter por cada estrella de la Vía Láctea.
De ser así, contaríamos al menos 100 mil millones de exoplanetas errantes. Además, anteriormente se descubrió que al menos algunos de estos habrían sido eliminados de su sistema de origen junto con una exoluna.
No obstante, cabe aclarar que hasta ahora no hemos detectado de manera concluyente una exoluna; aunque dada la preponderancia de lunas dentro del Sistema Solar, su existencia es casi segura. En 2020 se descubrieron 6 candidatos a exolunas.
¿Vida errante?
La nueva investigación agregó que si el agua puede formarse en una cantidad significativa en la atmósfera, también se podría mantener en forma líquida. Esa cantidad de agua sería 10 mil veces menor al volumen de los océanos de la Tierra, pero 100 veces más de la que contiene la atmósfera de nuestro planeta.
“Esto sería suficiente para permitir que la vida evolucione y prospere”, agregó el comunicado. “La presencia de agua en la superficie de la exoluna, afectada por la capacidad de la atmósfera para conservar una temperatura por encima del punto de fusión, podría favorecer el desarrollo de la química prebiótica”, escribieron los autores en el estudio.
En estas condiciones, si los parámetros orbitales son estables a fin de garantizar un calentamiento constante de las mareas, una vez que se forma el agua, permanecerá líquida durante toda la evolución del sistema y, por lo tanto, proporciona condiciones favorables para el surgimiento de la vida.
Asimismo, los científicos sospechan que las condiciones para la vida existirían de igual forma en las lunas de aquí, en el Sistema Solar. A pesar de estar encerradas en gruesas capas de hielo, Ganímedes, Encélado y Europa albergan océanos líquidos debajo de sus superficies, de los cuales se cree que no se han congelado debido al calor interno generado del estiramiento y la compresión ejercida por el campo gravitacional de los planetas.