Este sábado aproximadamente se reunirán en parís para bailar al ritmo de un grupo francés para un estudio científico para este sector que ha sido especialmente castigado por el coronavirus.
Con mascarilla obligatoria pero sin sana distancia, los de este concierto del grupo Indochina, que también respetará el toque de queda en vigor en Francia y terminará antes de las 21:00 horas.
Este experimento, que ya se ha realizado en otros lugares de Europa, pero se ha sido retrasado varias ocasiones en Francia y se celebra en un momento en que la situación sanitaria mejora y la vacunación está a punto de ser propuesta a todos los adultos.
Este tipo de eventos se autorizan ya en este país, pero siempre que haya una persona cada 4 metros cuadrados, lo cual obliga a que muchos sean anulados porque financieramente es insostenible.
El concierto quiere demostrar que si los espectadores se someten a un test de diagnóstico y dan negativo, no tienen riesgo de contaminarse. El público tendrá entre 18 y 50 años y no debe tener ninguna patología que les ponga en riesgo de muerte en caso de resultar infectados, como diabetes u obesidad grave.
Las experiencias precedentes, en España y en el Reino Unido, no mostraron riesgos elevados de infección.