El nivel de violencia en contra de la mujer en México es muy alto, sin embargo, los expertos han encontrado características específicas que podrían ayudar a identificar a un feminicida, a pesar de que este perfil no está totalmente identificado.
Entre los rasgos que se han logrado identificar en los feminicidas potenciales son principalmente aquellos que han vivido en una infancia con un entorno violento que los lleva a resguardar un sentimiento de odio hacia la mujer, fueron víctimas de abuso físico y/o psicológico.
Psicológicamente hablando hay varios factores que pueden estar afectado el cerebro de estos homicidas, por ejemplo, en el caso del ‘Monstruo de Ecatepec’ presenta alucinaciones visuales y auditivas, además de signos que demuestran que las mujeres le han hecho daño.
Todos los casos son diferentes, pero muchos de los asesinos seriales fueron abusados sexualmente y porcentaje de estas generan fantasías aberrantes, mismas que van generando un estrés hasta que explota y proceden a actuar.
Un factor que podría ser determinante para identificar a un feminicida es que estos hombres suelen ser amables y seductores para posteriormente tomar control total de la víctima con la finalidad de iniciar los actos de agresión, muchos de ellos no quieren matar a su víctima, sino tener el control absoluto de ella.
A continuación, detallaremos las recomendaciones que el Instituto de Mujeres dio a conocer, como medida de prevención, algunas características de un sujeto que se perfila como feminicida.
Personas violentas y celosas. Se trata de una violencia incontrolable. Aquellos que responden con excesiva violencia ante cualquier situación que ponga en riesgo su instinto de “superioridad”, son propensos a cometer este delito.
Consumo de drogas. Muchos de los ataques que se han hecho contra mujeres se han perpetrado bajo el influjo de una droga o el alcohol.
Complacencia social con la violencia. Quienes crecieron en un contexto social en donde la violencia contra las mujeres se celebra y se incentiva tienen comportamientos que pueden derivar en violencia feminicida.
Impunidad. Quienes han tocado a una mujer indebidamente, sin consecuencias jurídicas por su actuar, van incrementando su nivel de agresión y puede llegar a cometer un feminicidio.
Misoginia. Aquellos que muestran un odio irracional hacia las mujeres son propensos ejercer violencia extrema.
Machismo exacerbado. Las personas que consideran a la mujer como un ser inferior podrían ser potenciales feminicidas.
Cultura patriarcal. Quienes viven en un entorno en el que constantemente se minimizar los derechos de las mujeres sólo por cuestiones de género constituyen un foco rojo.