Una oportunidad que se debe aprovechar al máximo nivel es transformar los desechos para generar energía a través de biodigestores. Representando una mejora de la calidad de vida de todos los seres vivientes del planeta, también resultan ser una alternativa ecológica.
A diario se producen miles de desechos orgánicos, a medida que aumente el consumo los desechos se multiplican extendiéndose como, estiércol de ganado, desechos agrícolas, aguas residuales y desechos de alimentos no comestibles. Estos desperdicios son potencialmente nocivos.
Cuando estos desechos se manejan de manera inadecuada, representan un riesgo significativo para el medio ambiente y la salud. Los patógenos, productos químicos, antibióticos y nutrientes presentes en los desechos pueden contaminar las aguas superficiales y subterráneas a través de la escorrentía o al lixiviar en los suelos.
El biodigestor se crea en función de evitar estos efectos nocivos que van dejando los residuos animales (los excrementos), que con el transcurso del tiempo tienden a contaminar el agua, la tierra y el ambiente en general
Civilizaciones antiguas identificaron hace más de 900 años que el proceso de fermentación de la materia orgánica podía ser una fuente de energía. Desde entonces los primeros intentos de construcción de plantas de biogás modernas se iniciaron, y fue en India donde la tecnología del biodigestor se difundió a nivel mundial.
- ¿Qué es un biodigestor y cómo funciona?
Prácticamente un biodigestor es un dispositivo que varía según su tamaño, formado generalmente por un contenedor hermético, diseñado para aprovechar los desechos orgánicos de los animales y vegetales, para obtener energía renovable o también para obtener abono para la tierra.
Los desechos orgánicos a medida que se descomponen generan grandes cantidades de metano, el cual resulta ser un poderoso gas de efecto invernadero que atrapa el calor en la atmósfera de manera más eficiente que el dióxido de carbono.
Los biodigestores se aprovechan para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y el riesgo de contaminación en las vías fluviales, los desechos orgánicos se deben eliminar, utilizándolo para producir biogás, una fuente renovable de energía limpia, que más del 90% de las poblaciones rurales lo pueden utilizar para cubrir hasta el 70% de sus necesidades domésticas.Al desplazar los combustibles fósiles, el biogás crea más reducciones de emisiones.
En pocas palabras un biodigestor soluciona dos problemas a la vez, disponer de desperdicios que son potencialmente nocivos y obtener recursos necesarios.
Los biodigestores convierten el costo de la gestión de residuos en una oportunidad de ingresos que pueden aprovecharse en granjas, lecherías e industrias o cualquier sector relacionado.
Beneficios del uso de biodigestores
Si todos los países se inclinaran más en la conversión de residuos para generar electricidad, calor o combustible para vehículos se obtuvieran más beneficios como los siguientes:
- Se incrementará proporcionalmente la fuente de energía renovable.
- Reducir la dependencia de las importaciones extranjeras de petróleo.
- Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
- Mejorar la calidad ambiental y aumentar los empleos locales.
- Reducción de las emisiones de CO2
- Son aptos para zonas en desarrollo y con menos recursos
- Reduce la carga de trabajo
- Reciclar nutrientes en el suministro de alimentos, reduciendo la necesidad de fertilizantes petroquímicos y minados.
- Los biodigestores son una solución de gestión de residuos que resuelve múltiples problemas y crea múltiples beneficios, incluidas las fuentes de ingresos.
Otro de los beneficios es que al tratar estos desechos de manera adecuada se eliminan los focos de contaminación, no sólo en las granjas, sino también los desechos que terminaban en los pozos de agua, contaminando este recurso vital para las poblaciones que rodeaban las granjas.
Es necesario resaltar que las emisiones de metano por el manejo de estiércol se incrementaron a partir del año 2000 y presentaron una tendencia en aumento, de esta manera, los bovinos de carne son los que emiten la mayor cantidad de metano, seguidos de bovinos de leche y porcinos. Siendo así el estiércol de estos animales los más usados en la generación de biogás.
Bajo este contexto, se simplifica la generación de energía renovable por medio de desechos orgánicos que proporciona energía de bajo costo, además de generar ingresos adicionales a los agricultores, oportunidades de empleo, energía descentralizada y protección al ambiente, reduciendo la huella de emisiones de GEI.
Los restos de cultivos se reaprovechan, sirviendo de abono para nuevas cosechas. Además, proporciona energía en entornos rurales o remotos, ofreciendo así practicidad, movilidad con medios tradicionales, como instalaciones eléctricas.
Referidos a la generación de abono se encuentra un beneficio más, tras la actuación de las bacterias, la parte no gaseosa de los desechos se convierte en un abono natural, rico en nutrientes y muy apreciado por la agricultura. Este abono regenerado no suele oler tanto y no requiere tratamiento adicional por ello.