Para David Beriain y todos los periodistas que han perdido la vida en su ejercicio profesional D.E.P.
Resulta muy importante recordar que el 3 de mayo es el día en el que se conmemora la Libertad de Prensa, proclamado en 1993, por la Asamblea General de las Naciones Unidas, siguiendo la recomendación de la Conferencia General de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura por sus siglas en inglés)
Sirva la presente columna para reconocer a todos aquellos periodistas valientes que, gracias a ellos, los ciudadanos comunes podemos conocer, lo más cercano a la realidad, los hechos que pueden en la mayoría de los casos, influir en nuestras vidas de manera directa o indirecta.
Sin libertad de prensa no hay acceso a la información y a la realidad, tan trastocada en los últimos tiempos entre otras cosas, por la manipulación de los medios digitales con las llamadas Fake News (noticias falsas) que muchas de las veces sirven para conseguir alterar realidades de manera, incluso mezquina.
Como amante de las noticias, no hay día que no lea dos o tres diarios, mirar documentales, mirar reportajes gráficos entre otras cosas. Tengo presente el trabajo de varios periodistas que han investigado seriamente sobre el narcotráfico en México particularmente como lo son la mexicana Anabel Hernández o el periodista español David Beriain, este último asesinado en Burkina Faso el pasado mes de abril.
Quiero compartir con ustedes mi experiencia personal con David Beriain a quien dedico estas líneas además de a todos los periodistas esparcidos por el mundo como amantes de la verdad y que en muchas ocasiones viven o vivieron al filo de la muerte como lo vivía David incluso en sus últimos días de vida.
En el 2017 como director de Grado en Derecho en el Tec de Monterrey, fui invitado a moderar la presentación del Documental “Clandestino” que trata sobre cómo operaba el Cártel de Sinaloa en México. Me tocó presentar a David y luego en una ronda de preguntas y respuestas me correspondió hacer una criba de estas por razones de tiempo. Cuando terminamos el evento, yo me encontraba muy impactado, ya que David se había infiltrado (con permiso de los narcotraficantes) a algunas de las operaciones del Cártel de Sinaloa, recuerdo la imagen de los narcotraficantes “cocinando” metanfetaminas que terminarían por llegar a diversas partes del mundo.
En ese impacto que aún guardaba de ver las imágenes le dije en corto: ¡Qué huevos tienes de hacer esto!, noté a David incómodo con mi comentario, no sé muy bien porqué, quizá porque para él, el trabajo era el trabajo y supe con su respuesta que tenía un compromiso con su profesión y con la verdad. El me respondió:
Claro, es que alguien lo tiene que hacer. La gente tiene que saber lo que pasa.
Conmemorar el día internacional de prensa es reconocer que el periodismo es un ejercicio indispensable para que los ciudadanos estemos debidamente informados. Por ello invito a quienes lean esta columna a reconocer y proteger la labor periodística en el mundo, pues sin ella, la sociedad iría con los ojos tapados, y eso no es bueno para nadie.
Carlos Gonzalo Blanco Rodríguez
@cgonblanc