En Tihousco, el presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó la ceremonia en la que el Estado mexicano pidió perdón al pueblo maya por cinco siglos de agravios, aunque en su recuento histórico omitió los atropellos contemporáneos a sus derechos.
“Por un imperativo de ética de gobierno, pero también por convicción propia, ofrecemos las más sinceras disculpas al pueblo maya por los terribles abusos que cometieron particulares y autoridades nacionales y extranjeras en la conquista, durante los tres siglos de dominación colonial y en dos siglos del México independiente”, dijo.
Sin embargo, colectivos indígenas de la Península de Yucatán, promoventes de la campaña U Jeets’el le ki’ki’ kuxtal (Por una vida digna), rechazaron las disculpas del presidente, y aseguran, se da a la par de despojos y violaciones a derechos humanos.
“No, señor presidente, no aceptamos su perdón! No un perdón cínico y tramposo”, se lee en la carta abierta publicada.