Pocos temas distancian tanto a los gobiernos del mundo como el compromiso para contrarrestar el cambio climático producido por la emisión de gases contaminantes.
En este contexto no sorprende la disputa de cuatro años entre el republicano Donald Trump y sus adversarios demócratas a propósito del Acuerdo de París.
El gobierno de López Obrador decidió, por distintas vías, no invertir un solo peso más en la generación de energía limpia. No hay, para lo que resta del sexenio, previsión de construir otra hidroeléctrica, ni tampoco existe en el horizonte una nueva central nucleoeléctrica.