Este martes por la mañana los jefes del Ejército, la Armada y la Aviación de Brasil renunciaron esto después de que el presidente, Jair Bolsonaro, anunciara seis cambios en su gabinete, que incluyeron la salida del ministro de Defensa.
La salida de los comandantes Edson Pujol (Ejército), Ilqes Barbosa (Marina) y Antonio Carlos Bermudes (Aeronáutica) fue decidida en una reunión en Brasilia “con la presencia del Ministerio de Defensa, Braga Netto, y el ex ministro, Fernando Azevedo”, anunció la cartera en un comunicado.
Azevedo e Silva no aclaró si su salida de Defensa fue producto de una renuncia o decidida por Bolsonaro, un capitán de la reserva del Ejército que se ha apoyado en los militares para gobernar, aunque en los últimos meses ha tenido fricciones con las Fuerzas Armadas, que rechazan su negacionismo frente a la pandemia de coronavirus.
Sin embargo, el propio Ministerio de Defensa solo informó en una nota oficial que “serán sustituidos” y subrayó que la decisión “fue comunicada” en una reunión que los tres altos mandos tuvieron este martes con el general Walter Braga Netto, hasta ahora ministro de la Presidencia y quien asumirá el cargo que ocupaba Azevedo e Silva.
Con eso, Bolsonaro deberá nombrar sustitutos para el almirante Ilques Barbosa Junior, de la Marina; el teniente de brigada Antonio Carlos Moretti, de la Aviación, y el general Eduardo Pujol, del Ejército, con quien había tenido diversas fricciones en los últimos meses.
Este lunes, en medio de fuertes presiones de su base política más moderada, Bolsonaro anunció cambios en seis ministerios, entre los cuales figuraron, además del de Defensa, otros estratégicos, como Relaciones Exteriores y Justicia.
En la cancillería, dejó el cargo Ernesto Araújo, un diplomático alineado con el pensamiento de Bolsonaro y que será sustituido por el embajador Carlos Alberto Franco França, un diplomático con poca experiencia pero considerado más moderado y de talante negociador.
El cargo de ministro de Justicia será ocupado por Ánderson Gustavo Torres, un comisario de Policía cercano a Bolsonaro y que respalda el empeño del mandatario por flexibilizar la venta de armas a civiles, a fin de promover la “autodefensa” contra el crimen.