A causa de la pandemia, el incremento de la pobreza, el desempleo y la necesidad de trabajar para sobrevivir 9 millones de niños, adolescentes y jóvenes dejaron el sistema escolar, de acuerdo a Inegi.
La Encuesta para la medición del impacto Covid-19 en la educación concluye que 2.3 millones de alumnos no se inscribieron en el curso escolar, por motivos de la emergencia sanitaria.
Otros 2.9 millones por carecer de recursos económicos y 3.6 millones tuvieron que dejar la escuela para trabajar y contribuir al ingreso familiar, para hacer frente a la crisis.
La población afectada va de los 3 a los 29 años del ciclo escolar 2020-2021. La mayor inasistencia ocurre en escuelas públicas, pero también, aunque en mucho menor medida, en las escuelas privadas.
Los sectores de mayor edad son los más afectados. El 20 % de la población entre los 25 y 29 años que no se inscribió en el ciclo escolar fue por tener que trabajar y el 10.0 % por carecer de recursos. El 2.1 % por la emergencia sanitaria.
El 13.1 % entre la población de 19 a 24 años no se inscribió por tener que trabajar y el 12.5 % por carecer de recursos. El 5.2 % por la emergencia sanitaria.
De la población entre 16 y 18 años el 4.4 % no se inscribió por tener que trabajar y el 5.6 % por no tener recursos. El 6.8 % por la emergencia sanitaria.
En los alumnos de 13 a 15 años, el 0.6 % no se inscribió por tener que trabajar y el 1.1 % por carecer de recursos. El 4.8 % por la emergencia sanitaria.
La encuesta del Inegi registra que en el 56.4 % de las viviendas piensan que el beneficio de las clases a distancia es que no se pone en riesgo la salud de los estudiantes; el 22.3 % que hay una mayor convivencia familiar y el 19.4 % el ahorro en pasaje y material escolar.
Las desventajas son que en el 58.2 % de las viviendas consideran que con la educación a distancia no se aprende o se asimila menos que de manera presencial; el 27.1 % que hay falta de seguimiento de los aprendizajes de los alumnos y el 23.9 % la falta de capacidad técnica de los padres, para transmitir el conocimiento.
Los especialistas coinciden que los resultados de la encuesta muestran con claridad que la población más afectada son los pobres y los sectores de mayor vulnerabilidad. Se hace evidente que se incrementa la desigualdad social y se reducen las oportunidades.
Y deja ver enormes deficiencias en la capacidad del sistema escolar. La SEP no respondió como debía ante las dimensiones del reto. Fracasó en su estrategia educativa al ofrecer programas poco relevantes y atractivos, para los alumnos. Los maestros hicieron lo que pudieron y nunca tuvieron acompañamiento.
El efecto de la reducción dramática de la población inscrita en el sistema escolar, que es posible se mantenga dado las condiciones de pobreza y falta de empleo, y la baja calidad de la enseñanza a través de las clases a distancia van a tener un impacto irreversible que se dejará ver en los próximos años. Implica un retroceso de años. Se pudo haber evitado.