Cerrados durante casi un año por la pandemia de coronavirus, los cines de Buenos Aires reabrieron esta semana bajo estrictos protocolos sanitarios, a la espera que el aroma a palomitas de maíz y la experiencia única frente a la pantalla gigante animen a los espectadores a volver a sus butacas.
La reapertura de los cines llegó con bastante demora comparado con casinos, bingos y teatros que empezaron a funcionar a fines de 2020. Las autoridades sanitarias dieron el permiso tras evaluar exhaustivamente las medidas sanitarias propuestas por los propietarios y en coincidencia con una estabilización de los casos de COVID en la capital argentina, que recién dio cuenta de 420 nuevos contagios y un fallecido.
Por protocolo, se dispone del 30% del aforo de cada sala y la distancia entre butacas ocupadas es de 1,5 metros. El uso del tapabocas no es obligatorio durante la exhibición si se consumen alimentos.