La revisión de los tickets de compra a la salida de los supermercados se ha vuelto una práctica común. Esta tiene la finalidad de disminuir los robos en los establecimientos y los consumidores la acataron sin cuestionarse si esta medida es legal en el país.
Sin embargo, La Ley Federal de Protección al Consumidor (LFPC), explica en el artículo 9 y 10 que los prestadores de servicios no pueden realizar acciones que atenten contra la libertad o seguridad de los usuarios con el pretexto de averiguación, es decir que esta práctica puede ser ilegal.
La Procuraduría Federal del Consumidor puede llegar a multar al establecimiento por seguir revisando los tickets de los clientes, estas sanciones van desde los 834.15 pesos hasta los 3 millones 262 mil 498. 76 pesos, como lo indica la LFPC. Además de hacer la recuperación de daño moral e indemnización por los daños y perjuicios ocasionados al consumidor involucrado.
A pesar de que estas son las medidas que aparecen en los artículos citados, la ley no se actualiza desde el año 2012 y hay muchos supermercados que se encuentran realizando esta revisión, sin ningún tipo de sanción. El tema volvió a ser de debate tras declaraciones que realizó el titular de la PROFECO en Baja California Sur, Walter Alejandro Montaño Chávez.
“Nadie puede presumir que vas a salir con algo robado nada más porque sí, está afectando la integridad de la persona y los derechos inalienables, pero si ellos lo hacen porque han tenido robos lo tienen que resolver directamente con las cámaras que tienen (…)”, explicó Montaño Chávez.
La PROFECO realizó un primer acercamiento con las tiendas de autoservicio para que dejen de realizar esta práctica, de insistir serán acreedores a las multas antes mencionadas, a pesar de ello hay tiendas como City Club o Sam´s Club que pueden hacerlo ya que cuentan con membresías.
Una de las formas en las que la Procuraduría Federal del Consumidor planea detener este tipo de medidas en las tiendas y supermercadoses, haciendo operativos de vigilancia, ya que deben cumplir el llamado hecho por el órgano encargado de cuidar a los consumidores.