El vacunarse es ya, una opción para protegerse del COVID-19. Principalmente para las personas de la tercera edad. Sin embrago, se debe conocer previamente a detalle la información al respecto. En la actualidad, existen tres tipos de vacunas contra este virus, las cuales funcionan aportando a nuestro organismo inmunidad, sin el riesgo de contraer la enfermedad, debido a que no contienen el virus activo.
Los diversos tipos de vacunas actúan aportando al organismo un suministro de linfocitos T de “memoria” y de linfocitos B que recordarán cómo combatir ese virus en el futuro.
Tras la aplicación de la vacuna el organismo demora algunas semanas en producir estos linfocitos. Por esta razón, es posible que una persona se infecte antes o después de vacunarse, ya que esta no tuvo suficiente tiempo para generar la protección necesaria. En algunas ocasiones, durante los tres primeros días luego de la inoculación el proceso de inmunidad puede causar síntomas como: fiebre, fatiga, dolor de cabeza, náuseas, vómito entre otros, lo cual nos indica que el organismo se encuentra desarrollando inmunidad.
Y, dado que los suministros de las vacunas son limitados, se ha dado prioridad a los trabajadores de la salud en riesgo elevado por la exposición y a las personas mayores, en particular las que tienen 65 años o más. En la siguiente escala de prioridades encontramos a las personas con dos o más enfermedades, como aquellas con problemas de obesidad, enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias y diabetes.
Asimismo, quienes ya han contraído el virus pueden postergar su vacunación hasta seis meses después de la infección por SARS-CoV-2, para dar prioridad a otras personas. Cabe mencionar que la vacuna puede ser aplicada a una mujer lactante que forme parte de un grupo considerado prioritario.
Por otra parte, el vacunarse no es recomendable para aquellos con antecedentes de reacción alérgica a algún componente ni para menores de 18 años. De igual modo no debe ser aplicada si se presentan síntomas de COVID-19, se debe esperar un mínimo 4 de semanas desde el inicio de los síntomas o desde el resultado de PCR positivo en el caso de asintomáticos.
Por el momento, las empresas aprobadas con la vacuna para aplicarse en México, son Pfizer y Fintech, así como la recientemente aceptada hecha por Oxford y AztraZeneca, las cuales cuentan con características particulares que permiten proteger al paciente del virus hasta en un 95%.
Para frenar la actual pandemia es necesario utilizar todas las medidas existentes, además de las vacunas, como el uso de cubrebocas y el distanciamiento social, ya que estos nos ayudarán a reducir el riesgo de contagio y propagación.