El desprendimiento que provocó el desbordamiento de los ríos Alaknanda y Dhauliganga en la localidad de Chamoli, estado de Uttarajand, India, dejo al menos siete personas muertas, seis resultaron heridas y unas 170 se encuentran desaparecidas.
El director de la Fuerza Estatal de Respuesta a Desastres (SDRF), Ridhim Aggarwal, declaró que son incapaces de encontrar a 148 empleados de la planta central eléctrica de Rishiganga y a otras 22 personas en la población.
“India está con Uttarajand y la nación reza por la seguridad de todos”, expresó el primer ministro indio, Narendra Modi.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, también se ha referido al incidente para mostrarse “profundamente entristecido por la pérdida de vidas y las docenas de desaparecidos”.