Como cada década, la semana pasada el INEGI publicó las cifras oficiales del Censo de Población y Vivienda 2020. Es un documento sumamente relevante para la toma de decisiones tanto de política pública como para la iniciativa privada.
Ya somos en México poco más de 126 millones de personas. Y aunque somos 13 millones más que hace diez años, solo crecimos un 12%, el segundo menor incremento desde que se tiene memoria estadística oficial. Esto se explica por la reducción del promedio de hijos nacidos vivos por mujer que fue 2.6 en 2000, 2.3 en 2010 y 2.1 en 2020. De seguir con esa tendencia en un futuro no muy lejano estaremos en circunstancias similares a algunos países europeos que exhiben tasas negativas de crecimiento.
En nuestro país la mayoría la representan las mujeres, con 3 millones más de ellas que de varones. Por cada 100 damas hay 95 hombres. Y no quiere decir que nazcan más mexicanas, por el contrario. Son más los hombres con 19 años o menos, pero la mortandad del sexo masculino es superior a la del femenino, llegando a niveles de 130 defunciones de hombres por cada 100 de mujeres en 2019.
La pirámide poblacional se sigue invirtiendo. Son menos los niños menores de cuatro años que los que tienen entre 5 y 9 y éstos, a su vez, son menos que los que cuentan entre 10 y 14 años. La edad mediana de la población era de 22 años en 2000, aumentó a 26 en 2010 y subió hasta 29 en 2020. La proporción de adultos mayores con respecto a la población total casi se duplicó en los últimos veinte años.
Cada vez hay menos matrimonios y más divorcios. 2018 y 2019 registraron la menor cantidad de matrimonios de lo que va del presente siglo, con una reducción del 30% comparado con los efectuados en el 2000; mientras que el número de divorcios se triplicó y la relación divorcios-matrimonios casi se quintuplicó en el mismo periodo.
En cuanto a religión también hay novedades. El porcentaje de mexicanos que no profesan ninguna religión casi se duplicó, mientras que el de católicos se redujo del 83 al 78% en la última década. Esa diferencia de 5 puntos se integró casi en su totalidad a las religiones protestante y cristiano evangélico.
Es la primera vez que se le pregunta a la gente si tiene ascendencia afromexicana y más de 2.5 millones respondieron afirmativamente. Cada vez perdemos más la riqueza cultural de las lenguas indígenas. En solo 10 años se redujo en un 25% la proporción de ciudadanos que las hablan.
Los niveles educativos siguen mejorando. Mientras que en el 2000 el 9.5% de la población era analfabeta, en el 2010 se redujo al 6.9% y en el 2020 al 4.7%. El porcentaje de menores acudiendo al jardín de niños se incrementó del 52 al 63% en la última década, lo mismo que los jóvenes de 15 a 24 años, que incrementaron su asistencia escolar del 33 al 45%. En donde se registró deserción escolar fue entre los niños de 6 a 14 años con un punto porcentual de reducción.
El Censo arroja tanto buenas noticias como áreas de oportunidad y retos importantes para los actores políticos, económicos y sociales. Que cada quien asuma su tarea.