En todo el mundo se está viviendo una crisis de salud por la aparición la COVID-19, a finales del año 2019 en China. Ya hoy, todos sabemos que no es culpa de nadie la llegada del virus, cada Gobierno ha tomado diferentes medidas para evitar su esparcimiento y lamentables consecuencias, y este es el gran problema de México, estamos en el 4to lugar de muertes a causa de esta enfermedad a nivel mundial.
Al principio de la pandemia, AMLO y el subsecretario Hugo López-Gatell pudieron haber evitado un escenario que, él mismo describió como “catastrófico”, con cientos de miles de muertes; medidas como los cierres de fronteras, el monitoreo de los extranjeros que llegaban al país por cualquier vía, apoyos gubernamentales para evitar agravar la crisis económica y de salud que, de por si ya teníamos, fortalecer el presupuesto del sistema de salud, son solo algunas de las acciones que habrían mejorado el pronóstico de nuestro país.
Solo hace falta analizar datos, hay países que al día de hoy llevan 168 muertos como es el caso de Nicaragua, Belice con 289, Uruguay con 347, Venezuela con 1,129, Paraguay 2,506, Guatemala con 5,389, por poner algunos ejemplos en Latinoamérica, y aunque son países con condiciones y densidad de población diferentes, sin duda, se tomaron mejores medidas y precauciones contra el COVID 19 mejores que en México.
Al inicio de la pandemia López Gatell decía que no era necesario el cubrebocas, nunca cancelaron los vuelos de países que tenían niveles altos de contagios, las universidades como el Tec de Monterey o la Ibero le dieron la lección al Gobierno Federal mandando a sus alumnos a casa, así después corporativos que por sus actividades pueden también hacerlo desde casa. En fin, sabían que venía el virus y lo dejaron pasar…
Estamos en un momento sumamente grave, en donde prácticamente todo lo que va del 2021, ha habido más de mil muertos por día y los contagiados siguen subiendo, y esto, sólo según los datos oficiales, creo que muchos sabemos que son más de 300 mil muertos, reflejando la nula capacidad del gobierno de López Obrador para tomar decisiones que hubieran evitado estar actualmente en el dolorosísimo cuarto lugar mundial de muertes por COVID.
Lo más grave de todo esto, es la falta de empatía del propio presidente. AMLO no sólo siguió animando a salir a la calle, a pesar de que ya se habían presentado las primeras muertes; nunca quiso promover el uso del cubrebocas como medida de prevención, como todos los mandatarios del mundo… excepto Trump y Bolsonaro; se burló varias veces de los datos científicos y mostró su amuleto religioso como única protección contra el virus; siguió animándonos a “besarnos y abrazarnos” y, aún en las últimas semanas, rompe la “sana distancia” en sus giras… para con sus seguidores, porque cuando hay manifestaciones en su contra, no baja ni el vidrio de la camioneta “para evitar contagios”.
El domingo se anunció en su cuenta de Twitter, red social a la que se ha dedicado a atacar en la última semana en lugar de atender problemas urgentes como los 150 mil muertos, que estaba contagiado de COVID-19, sin embargo, la incredulidad alrededor de sus palabras hacen pensar en una posible estrategia para evitar una caída en sus números de popularidad.
Es triste saber que Andrés Manuel sí logro la Cuarta Transformación en negativo. A dos años de gobierno, no ha podido cumplir prácticamente ni una sola cosa de las que prometió en campaña, pero eso sí, estamos en la peor crisis humanitaria, de salud, social, económica, educativa y de nutrición que el país jamás imaginó. Muchos creyeron en él, pues después de 18 años buscando el poder pensaron que era un hombre capaz pero hoy están reconociendo el gran error que cometieron al votar por Morena. Ahora sabemos, por experiencia, que Andrés Manuel López Obrador SÍ ES UN PELIGRO PARA MÉXICO.
El tema de la vacunación en México es patético, va más lento que el hablar del presidente. Pero, lo que más llama la atención, es la falta de transparencia detrás del plan de vacunación, que viene más amañado que los contratos de Felipa o Pío. En la aplicación de las dosis hay más influyentísimo que el PRI en su pleno apogeo, pues las brigadas de vacunación se componen por 12 personas de las que únicamente, 2 saben vacunar, un médico y una enfermera, la otra decena lleva representantes de los programas sociales insignes del presidente y algunos siervos de la nación, mismos que tienen que estar vacunados antes que los médicos, enfermeras y personal de salud que se está partiendo la madre por todos en los hospitales.
Hay muchas preguntas en el tema de la vacunación que están en el aire: ¿Cuál vacuna nos van a aplicar? ¿Qué tan eficientes son y que reacciones secundarias tienen? ¿Cuántas dosis son necesarias y si me la aplicaran a tiempo en caso de necesitar más de 1? ¿Si me vacuno mi vida está en riesgo?
Utilizar la vacuna como arma electoral y política es la segunda peor cosa que AMLO ha hecho, pues condicionará la vida de los mexicanos por el voto; pero lo más ruin que hizo fue dejar entrar al COVID para decir que no pudo hacer un buen gobierno por culpa de la pandemia, esta le cayó “Como anillo al dedo”.
Así les pagó López Obrador por su voto de confianza, matando hasta ahorita a 150 Mil mexicanos, dejando sin empleo a otros 12 millones y dejando sin educación a todos los niños dle país. La peor crisis en todo sentido está y estará por venir #NiUnVotoaMorena2021