A finales de la década de 1980, el concepto VUCA fue creado por la Escuela de Guerra del Ejército de Estados Unidos y años después comenzó a citarse en libros sobre estrategia empresarial.
La pandemia representa el epitafio del entorno VUCA. No estamos frente a una inestabilidad pasajera. La situación no es inestable, es caótica. Los cálculos que podamos tener son impredecibles, no hay ninguna garantía de que pueda llegar al resultado esperado. Para muchos, pensar en el largo plazo es inútil, pues no saben cómo saldrán de la pandemia, si es que salen. Imaginarse el futuro es inquietante.
El entorno VUCA también afecta a la supervivencia de las empresas. VUCA es el código práctico de consciencia y preparación: anticipación, evolución e intervención.
Este término afecta a cuestiones como la ética profesional o el compromiso corporativo. El término VUCA hace referencia a un entorno cambiante y, por lo tanto, desafiante, pero al mismo tiempo sumamente beneficioso. En muchas ocasiones, las empresas se ven obligadas a continuos cambios que afectan a su programación estratégica y rutina profesionales.
La premisa del entorno VUCA se basa fundamentalmente en 4 situaciones: anticipar problemas, entender las consecuencias de los mismos, prepararse para desafíos e interpretar y aprovechar las oportunidades.
Ahora más que nunca, cuando medio mundo se encuentra azotado por la pandemia COVID-19 estamos viviendo más que nunca un entorno VUCA 360º. Pequeñas y medianas empresas se han visto abocadas a dar un giro en su hasta ahora entendida forma empresarial.
VOLATILIDAD: Crear una visión que tenga sentido para el mundo.
INCERTIDUMBRE: Debemos de afrontarla con conocimiento, formación constante y actualización.
COMPLEJIDAD: La claridad es lo contrario al caos que genera lo desconocido.
AMBIGÜEDAD: Conocemos los problemas, pero el cambio no se termina de producir y ahí es donde la agilidad nos da la ventaja para poder solventar los problemas que se presenten.