Los vientos que soplan a través de paisajes húmedos en muchas partes de Gran Bretaña, pueden ser un poco deprimentes cuando estás fuera de casa. Sin embargo, los mismos vientos también pueden ser útiles, ya que alimentan con energía a hogares, tiendas y oficinas.
Un ejemplo de ello son los vientos de alta velocidad que soplan desde el Océano Atlántico durante una tormenta de invierno el día antes de Navidad, lo que ayudó a los parques eólicos locales a generar 5,14 gigavatios de electricidad. Eso representó más de la mitad de toda la electricidad generada en Gran Bretaña ese día, por primera vez para la energía eólica en la isla.
A medida que los vientos se mantuvieron durante las vacaciones de Navidad, también la energía eólica continuó proporcionando mucha electricidad en un país que es líder mundial en energía eólica marina con casi 10 gigavatios de capacidad instalada, que es más que en cualquier otro país.
Las turbinas eólicas instaladas en alta mar ya alimentan hasta 4,5 millones de hogares cada año, generando más de una décima parte de la electricidad doméstica del país. Y a medida que el costo de la tecnología de energía eólica continúa disminuyendo, se está convirtiendo rápidamente en una de las soluciones bajas en carbono más baratas, lo que significa que se espera que se instale mucha más capacidad en los próximos años.
De hecho, el gobierno del país planea tener cada hogar alimentado por energía eólica dentro de una década cuadruplicando la capacidad marina actual a 40GW para 2030. El creciente dominio de la energía eólica es una buena noticia para el Reino Unido, que ha estado tratando de dejar de utilizar los combustibles fósiles para descarbonizar su red eléctrica.
“Considere la energía nuclear, solar e hidroeléctrica, todas formas de energía sin carbono, y casi tres cuartas partes de toda la energía generada el 26 de diciembre de este año, provino de fuentes limpias”, explica Brian Kahn, editor en jefe de Earther, un sitio web de noticias ambientales. “En total, cada kilovatio hora de electricidad generada emitió 0,2 libras (80 gramos) de dióxido de carbono o menos de la mitad del promedio anual de este año, que en sí mismo es un mínimo histórico”.
El Reino Unido tampoco es nuevo en el establecimiento de récords de bajas emisiones de carbono, señala Kahn. “El año pasado, pasó una semana sin carbón por primera vez en 137 años y generó más energía a partir de energías renovables que de combustibles fósiles por primera vez”, explica. “Este año, pasaron más de dos meses sin que el carbón aportara un ápice de electricidad a la red”.