Como parte de sus responsabilidades más amplias en el Consejo de Seguridad de la ONU, México ha asumido la presidencia de tres de sus órganos subsidiarios.
México tendrá la responsabilidad de encabezar y dirigir las labores diarias de cada órgano subsidiario encomendado. Los órganos subsidiarios del Consejo de Seguridad son comités y grupos de trabajo cuyo mandato varía entre gestionar regímenes de sanciones, luchar contra el terrorismo y la no proliferación de armas nucleares, entre otros. Todos los comités y grupos de trabajo están integrados por los quince miembros del Consejo.
En específico, México será el encargado de presidir el Comité que supervisa el régimen de sanciones impuesto por el Consejo de Seguridad a Malí en 2017, en respuesta a actos que suponen una amenaza para la paz, la seguridad o la estabilidad de Malí y aquellos que han participado en hostilidades en violación del Acuerdo para la Paz y la Reconciliación en Malí. También son sujetos de sanciones aquellas personas que planean, dirigen o cometen actos en contra de Embajador Juan Ramón de la Fuente, Representante Permanente de la Misión de México ante la ONU civiles, incluidos mujeres y niños, o quienes usen y recluten niños como parte de grupos armados
Por otro lado, como presidente del Comité sobre No proliferación de Armas Nucleares, supervisará el cumplimiento y aplicación de la resolución 1540 que obliga a los Estados a abstenerse de suministrar cualquier tipo de apoyo a agentes no estatales, (incluyendo terroristas), que intenten desarrollar, adquirir, fabricar, poseer, transportar, transferir o emplear armas nucleares, químicas o biológicas y sus sistemas vectores. Le corresponderá también presidir la revisión quinquenal del mandato del comité, el examen exhaustivo, para analizar la evolución de los riesgos y amenazas, y sugerir nuevos enfoques para la aplicación de la resolución.
En consonancia con la política exterior feminista mexicana, nuestro país también copresidirá, con Irlanda, el Grupo de trabajo sobre Mujer, Paz y Seguridad, el cual se encargará de revisar el avance de esta agenda y emitir las recomendaciones específicas para las tareas formales del Consejo en la solución de conflictos, o para los mandatos de las operaciones de mantenimiento de la paz, entre otras. Finalmente, México también fungirá como punto de enlace entre el Consejo de Seguridad de la ONU y la Corte Penal Internacional.
A través de estas presidencias México continuará promoviendo el cumplimiento estricto de las decisiones del Consejo, con el fin de mantener la paz y seguridad internacionales.