Las renovables, con una progresión del 1 % este año, no solo van a resistir a la caída de la demanda energética global, la más pronunciada desde el final de la Segunda Guerra Mundial, sino que en 2021 tendrán un despegue de casi el 10 %, el mayor desde 2015, y ese movimiento continuará más adelante.
“En 2025, las renovables están destinadas a convertirse en la mayor fuente de generación eléctrica en el mundo y poner fin a cinco décadas del carbón como primer proveedor”, destacó Fatih Birol, el director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), en el informe anual del organismo sobre este sector.
Birol señaló que las renovables representarán para 2025 un tercio de la producción eléctrica global, gracias en primer lugar a las centrales hidroelécticas, pero también a las centrales solares y eólicas que van a cobrar cada vez más peso.
Este empuje se debe a la rápida reducción de los costes de esas tecnologías, que en muchos países generan electricidad a precios inferiores a los de las centrales de carbón y de gas.