Un nuevo hallazgo ha sorprendido a la comunidad científica pues se tratan de los restos de un loro gigante, según apuntan investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur (UNSW), el cual vivió hace 19 millones de años.
El estudio publicado en Biology Letters, el loro gigante encontrado en Nueva Zelanda puedo haber basado su dieta en otras aves, frutas y plantas. Las estimaciones estipulan que el loro pesaba unos 7 kilos y medía aproximadamente un metro de alto.
El loro gigante fue nombrado Heracles inexpectatus, como una clara referencia a uno de los héroes de la mitología griega más famosos: Heracles o Hércules (en la mitología romana); por su parte, la palabra inexpectatus describe la sensación de los paleontólogos al descubrir sus restos.
Pese a que la mayoría de las aves poseen huesos huecos, mismos que les permiten alzar el vuelo, los del Heracles inexpectatus eran gruesos y sólidos por lo que se especula que este ejemplar no podía volar.
No obstante, es posible que el loro gigante haya podido ser capaz de trepar los árboles y deslizarse entre ellos como un mono, o un ave también nativa de Nueva Zelanda llamada kakapo (Strigops habroptilus).
En lo que respecta a su hábitat, vivía en selvas tropicales o subtropicales en donde había abundantes árboles como laureles, palmeras, cícadas y causuarianas; haciendo más probable la teoría de que se alimentara de todos los frutos que estaban a su alcance.
La extinción de este loro gigante, según estipulan los expertos fue la desaparición de la principal fuente de alimentos, lo cual pudo ser uno de los principales factores de su extinción, como muchas otras que habitaban en Nueva Zelanda, tierra conocida por haber albergado varias aves gigantes que hoy ya no forman parte de la fauna del planeta.