No, Andrés, así no. No debes jugar con la seguridad, tranquilidad, calidad de vida de los mexicanos; la paz social y la soberanía de la Nación, al poner en manos inexpertas, sin perfil profesional, sin conocer lo suficiente para desempeñar el cargo de la dependencia que tiene que velar por la tranquilidad de más de 130 millones de mexicanos, su familia, bienes y Derecho al sosiego por el sólo hecho de ser mexicano.
El fracaso en la lucha contra la delincuencia organizada es evidente: más de 60 mil asesinatos dolosos en sólo 24 meses de gobierno de la Transformación de 4ª es resultado de la ausencia de un plan de gobierno, de estrategia coherente contra el mal, del “valemadrismo” por la tranquilidad de la sociedad y sobre todo de la improvisación para pretender, no resolver, ni siquiera paliar, este agravio que ha dejado huérfanos, viudas, viudos, matrimonios desechos, truncos deseos de llevar una vida mejor de soldados, marinos, policías federales, estatales, municipales y lo más lamentable, daños colaterales (personas que pasaron en la zona de combate entre la autoridad y los sicarios) que se convirtieron en víctimas inocentes de un operativo improvisado, mal planeado y sobre todo mal ejecutado.
De esto ha corrido mucha tinta, minutos de video y audio, textos de los medios de información y que en casi dos años no sólo NO se ha resuelto, estancado sino exponencialmente incrementado. Para decirlo fácil y contundente “2019 y 2020 han sido los años más violentos (sin guerra o revolución) en la historia moderna de México”.
Con datos duros del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) a junio de este año, en sólo 20 meses de (des) gobierno de Andrés Manuel López Obrador se tienen registrados 59 mil 451 asesinatos a cargo de sicarios y gatilleros a lo largo y ancho del país. De marzo a julio -otro conteo del Secretariado- en 5 meses se contaron 15 mil 88 homicidios dolosos (en plena pandemia de COVID 19), 99 ejecutados cada 24 horas.
Si a eso le llaman proteger a la población, “mi abuelita era bicicleta”. Eso, en términos llanos es incapacidad para gobernar o carecer de funcionarios idóneos, profesionales, con perfil pulcro para el cargo. Pero en México, y esta vez generalizo, las responsabilidades del gabinete son políticas, pago de facturas, cuotas, cotos y cuates, antes de pensar en la tranquilidad de la ciudadanía.
Esto es real, el cobarde extitular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Federal (SSPC) Alfonso Durazo Montaño, no supo, no pudo con el “paquete” y en complicidad con Andrés Manuel, idearon una “salida (in) digna” del inútil y corrupto, para no seguir dañando al país, huyendo, corriendo aventando el cargo, con el vergonzoso argumento de candidatearse por Morena a la gubernatura de Sonora en 2021.
El pusilánime sujeto cargará en su espalda el resto de su miserable vida 60 mil asesinados y nefastas secuelas de viudas, huérfanos, viudos, familias destrizadas, etc. Es premiado por López Obrador con una candidatura política, indigna, inhumana, vergonzante, humillante.
Se fue, pero heredó a su relevo una carga de dolo, incapacidad, ineptitud, indecoro, cobardía, complicidades que quedarán en los anales de la historia de México como vergüenza nacional, internacional, universal, de un gobierno indigno, soberbio, inepto, corrupto, sumiso (Ovidio, Consuelo, Joaquín, C de S), etc. que premia sus fracasos con cargos públicos, ¿verdad Alfonso, Manuel, Marcelo, Napoleón, Eréndira, Rocío, John, Mario, Ricardo, etc.?
Bien. Esta Transformación de 4ª es de ocurrencias, improvisación, “lealtades a ciegas”, cuatachismo, reaccionaria, no previsora, incompetente y locuaz.
Se fue como perro “con la cola entre las patas” Alfonso Durazo, con la bendición del Peje.
Ipso facto “se le ocurrió” que ya tenía al sustituto, sin sopesar, analizar, aceptar, pensar (bueno… es demasiado pedirle), entender que una vez echada a perder la responsabilidad de proteger a la ciudadanía, habría que traer al “puesto” un experto, profesional, capaz, experimentado policía, investigador, astuto, incorruptible, digno, ético Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana… No. No fue así.
Jaló al “ajonjolí de todos los moles”, su leal, sumisa, obediente, cumplidora, todóloga, dócil, una buena mujer.
Sí. Para el cargo más peligroso, el que tiene que luchar, terminar, exterminar, enfrentar a los capos del capo, los delincuentes más sanguinarios organizados del país, trajo a una periodista de profesión, una burócrata con 23 años de experiencia en asuntos sociales como adultos mayores, población vulnerable, menesterosos, pobreza, mujeres golpeadas, madres cabeza de familia, repartición de medicamentos, despensas, ropa, coordinación de eventos, de grupos sociales, etc. en los gobiernos de “izquierda” del DF, hoy CDMX, desde López Obrador hasta Claudia Sheinbaum. Rosa Icela Rodríguez, se ha desempeñado en labores ciudadanas de bien.
Bueno, la nueva titular de la SSPC Federal es Rosa Icela Rodríguez Velázquez, egresada de la Licenciatura en Periodismo de la Escuela de Periodismo “Carlos Septién García. Ejerció como reportera en varios periódicos de cobertura nacional, se desempeñó como Coordinadora de Comunicación Social de la ALDF. Luego pasó al ámbito de la administración pública cuando López Obrador se hizo Jefe de Gobierno del DF.
Ahí empezó su experiencia de 23 años en la atención de gente marginada. Tomó algunos cursos de seguridad pública y hasta de seguridad nacional, pero como Carta de Vida, no de especialización.
Con la Sheinbaum fue Secretaria de Gobierno. López Obrador la rescató para nombrarla Coordinadora General de Puertos y Marina Mercante, de la SCT. Rosa Icela es una buena mujer.
Sin tener el perfil profesional, ni la experiencia para la Secretaría de Seguridad Pública Federal, López Obrador se basó, únicamente, en su lealtad, amistad, en que fue su compañera en el GDF, que no le alcanza para la exigencia de capacidad, conocimientos, suficiencia, visión y competencia para garantizarnos la derrota, extinción, control, exterminio de los cárteles de la delincuencia organizada, que han sido el “talón de Aquiles” de los gobiernos sexenales del PRI, PAN y Morena.
No pongo en duda, que quede claro, ni soy sexista, la capacidad, inteligencia, astucia, ganas, coraje, entrega, profesionalismo, honestidad de mi colega Rosa Icela, ni sus 23 años de burócrata excepcional, ni lealtad ciega a su jefe, pero el hecho de no haber estado directamente en alguna institución policiaca, judicial, ministerial, etc. deja todas interrogantes sobre el éxito del encargo.
Debe pensar, como buena mujer que es, muy seriamente que cada sicario, soldado, marino, policía, o “colateral” que muere deja una viuda, viudo, huérfanos, padres sin hijo, novia sin prometido, etc. por lo que -le daremos el beneficio de la duda- debe dar un giro a la encomienda para aplicar otra (si alguna vez la hubo) estrategia, protocolo, “maña” para enfrentar al crimen organizado, sin negociar, pactar, acordar “a cambio de algo”
De ahí, insisto, no pongo en duda su capacidad, pero debe “cortarse el cordón umbilical” de López Obrador para actuar motu proprio, sin ataduras, seguir sus instintos y capacidades para responderle a los mexicanos, no al inquilino de Palacio Nacional, pues de sus logros, éxitos y beneficios dependen la tranquilidad, paz social, calidad de vida de 130 millones de ciudadanos a quienes la Transformación de 4ª ha conculcado, traicionado y engañado.
Estimada Rosa Icela, colega, el reto que asumes no es poca cosa ¿estás consciente de hacer lo correcto? En esta responsabilidad -nunca olvides- no basta la lealtad, honestidad, profesionalismo, capacidades, tu buen corazón, tu bonhomía y otras cualidades que sé tienes.
Es necesario, tú sí, escuchar, no como Andrés que sólo oye, a expertos, asesores de calidad, sigue tus instintos, utiliza tu conciencia. No reacciones (como la T4a) se previsora, adelántate a los hechos… pero lo más importante, que tu función no sea la metralleta, la bala, el fuego cruzado, pues recuerda que cada proyectil disparado por gatilleros, sicarios, soldados, marinos policías, etc. tiene como destino una persona y su secuela: deudos, enemigos o elementos de la ley.
Se razonable. Analízate y toma la mejor decisión. Que la obediencia y lealtad ciega no te lleven al fracaso (como a Alfonso Durazo) y te convierta López Obrador en un “florero” más de los pasillos de la Transformación de 4ª.
Déjame te digo con toda honestidad, Andrés Manuel quiere llevarse la gloria en todo. Abusa de tu lealtad, amistad y obediencia. Como fracasó Durazo (a quien le cargamos los más de 60 mil muertos), te dio el cargo para que lo ayudes (no a la tranquilidad de los mexicanos) a salir triunfador de esta asignatura pendiente. Si tú, Rosa Icela, lo logras o minimizas, él desde su mañanera se colgará los triunfos y quedarás como la funcionaria capaz, inteligente, valiente y contundente que eres.
A López le urge legitimación en la lucha contra el crimen a nivel internacional, nosotros lo padecemos y sabemos que no puede. Su estigma, contra lo que tendrás que luchar es su íntima relación con la familia Guzmán Loera López, es evidente.
Ya que estás dentro hazlo por México, los mexicanos, nuestro derecho a mejor calidad de vida, tranquilidad y paz social.
Eres parte de la T4a, sí, pero eres diferente. Sé independiente, autónoma, escucha a los que saben, no oigas el “canto de las sirenas” o promesas falsas.
Finalmente, convénceme y convence a los mexicanos que eres la indicada para el cargo. Por el momento tengo mis dudas. En tu capacidad está la respuesta para creer en ti.
*Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT) y de Latitud Megalópolis (LM)