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Una persona entró al restaurante. Cojeaba al caminar, movía con rigidez sus brazos y manos, y además, hablaba entrecortado.
Yo estaba despachando comida para llevar. Lo miré. Le hablé con cortesía. Tomé su orden, la empaqué y la puse sobre el mostrador.
Ese día, el restaurante ofrecía un descuento de 25%. Así que le expliqué al cliente —su total fueron 100 pesos pero sólo pagará 75 pesos porque se le dio un descuento—.
Con movimientos lentos y temblorosos, el comensal tomó su billetera y escogió un billete de 100 pesos —tómelos -me dijo. Me encaró, me miró fijo y me aclaró —yo no le pedí ningún descuento.
Comprendí que esa persona con dificultades para moverse tenía muy alto concepto de su dignidad humana. Con su actitud afirmaba —no busco compasión, no me pobretees, sé ganarme mi sustento—.
Esa persona con sus propias características y alto concepto de sí misma, nos enseña que todo ser humano busca ser libre e independiente. Que antes que recibir cosas materiales, que antes de recibir miradas de lástima, es más importante ser valorado como persona con capacidades para luchar y ser autosuficiente.
Cientos de personas con dificultades de movilidad salen a las calles de Toluca, a falta de medios de producción para el autoempleo y de fuentes de empleo que ocupen sus cualidades y potencial humano.
En 2019, para graduarse como maestra en derechos humanos, Adriana Iturbe González calificó este tipo de situaciones de calle en el municipio de Toluca como “la dignidad vulnerada… que no existe gobierno, ni institución comprometida con un verdadero apoyo íntegro en nuestro municipio, por el contrario”, observó “la violación constante a derechos” de las personas en situación de calle en la ciudad de Toluca ”y muy pocos avances en cuestión de desarrollo social” http://148.215.1.182/bitstream/handle/20.500.11799/104950/Tesis_Adriana.pdf?sequence=3.
En 2015, Estrella Muñoz Esquivel propuso un visualizador web para ubicar en Toluca a las cerca de 30 mil personas que presentan alguna discapacidad, pero no sólo eso, sino hacer visibles a muchas de ellas que sobreviven sin techo y viven en las calles y a otras que salen a la calle para pedir limosna o para vender algunas mercancías http://148.215.1.182/bitstream/handle/20.500.11799/106177/Estrella_Mu%C3%B1oz1%20-%20copia.pdf?sequence=3.
En Toluca, la indigencia y la mendicidad en general –y la relacionada con discapacidad motriz en lo particular- no están contempladas en sus políticas de gobierno con lo que se pierde la oportunidad de sumar acciones y actividades con las decenas de asociaciones de y para personas con discapacidad, instituciones de asistencia privada, asociaciones civiles, sociedades civiles y otros esquemas de voluntariado ciudadano.
Llegó la hora para que el gobierno municipal de Toluca tome en cuenta a los seres humanos olvidados en las esquinas, son ancianos, mujeres, niños y gente con alguna discapacidad y muchas veces esclavizadas en cadenas de explotación, crueldad y maltrato.
Sí, son los invisibles al pie de los semáforos, las personas vulnerables que -sí miramos- en la calle pero -no vemos- en las tareas de gobierno y menos observamos que sean tratadas como seres humanos sujetos de derecho y de políticas de la administración pública municipal.
Llegó la hora de convocar a ciudadanos demócratas, demócratas sociales, cristianos demócratas, católicos demócratas, ortodoxos demócratas, demócratas de todas las iglesias, liberales demócratas, masones demócratas, activistas sociales demócratas de todas las ideologías, empresas y empresarios con responsabilidad social, convocarlos a construir y sostener políticas públicas para los que hoy son olvidados e ignorados en Toluca, hacerlo a través de un gobierno municipal encabezado por ciudadanos y para los ciudadanos.
