La implementación del nuevo etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasadas por parte de las empresas ha sido complicado debido a la pandemia del covid-19, sin embargo se busca el cumplimento puntual, de acuerdo con el sector privado.
Alejandro Malagón, vicepresidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) dijo en entrevista con La Jornada que más allá de decir si la iniciativa privada fue atropellada con las modificaciones a la Norma Oficial Mexicana NOM-051-SCFI/SSA1-2010, ahora lo importante es que hay un marco que cumplir. “Estamos listos, tenemos que acatar a la ley”, apuntó.
“La ley dice que a partir de mañana (hoy) tenemos que etiquetar todo con los nuevos octágonos y todas las industrias de alimentos y bebidas están obligadas, ya sea con un sticker, con una calcomanía o con una etiqueta original salir así de lo que se produzca así a partir del las 12:01 del primero de octubre”, acotó.
Comentó que a través de Concamin se presentó un amparo que tiene una suspensión definitiva para que los inventarios puedan convivir, es decir, se terminen los productos que aún conservan el etiquetado anterior, con el nuevo.
Comentó que no es posible destruir los productos que ya estaban sin el etiquetado, porque ello causaría más daño a la economía nacional que ha sido afectada por la pandemia del covid-19.
Acotó que la eliminación de productos que conservan el etiquetado anterior porque fueron producidos previo a la norma, costaría 90 mil millones de pesos.
Abundó que aún no es notorio si hay cambios en el consumo debido al uso del nuevo etiquetado que ya se encuentra presente en varios productos.
Gustavo de Hoyos Walther, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) comentó se solicitó que se dieran un mayor plazo para su implementación, pero la Subsecretaría de Promoción de la Salud ha estigmatizado a los productos. “Algunas empresas ya han logrado modifica su etiquetado, envasado para poder cumplir con esta normatividad. Otras tienen mayores complejidades”, dijo.
Destacó que la aplicación del nuevo etiquetado debido hacerse en más tiempo, para que las firmas se pudieran acoplar, pues además “nos agarró a mitad de la pandemia”, por lo que han tenido gastos para mantener la planta productiva.
Información de La Jornada