El desempleo: Objetivos de Desarrollo Sostenible

El desempleo: Objetivos de Desarrollo Sostenible

Las políticas públicas son la herramienta que los gobiernos emplean para alcanzar objetivos y que ponen en marcha para mejorar las condiciones de vida de sus gobernados. Dicho esto, los gobernantes de prácticamente todo el planeta se han comprometido con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como parte de la agenda global y la agenda pública en particular.

El ODS número 8 señala que, los estados se comprometen a: Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos.

Pero como en los últimos tiempos, los ODS están perdiendo fuerza para ser alcanzados, esto por varios factores que me parece relevante destacar, en particular en materia de empleo: 

  • La ralentización del desarrollo económico que se viene arrastrando desde el año 2018-2019.
  • La pandemia por la que estamos pasando en el planeta
  • Las malas o medianas decisiones de los diferentes gobiernos para atajar la crisis de desempleo.

Este fin de mes de septiembre, la Organización Internacional del Trabajo presentó una nota técnica sobre: “Impactos en el mercado de trabajo y los ingresos en América Latina” en el que se identifican focos rojos para la región, pues de acuerdo con la organización, es y será la más castigada en la materia.

Particularmente la crisis pandémica, estaría exacerbando los elevados niveles de desigualdad existentes antes de la irrupción de la pandemia, aun cuando los países han realizado importantes esfuerzos para implementar rápidamente un conjunto de políticas tendientes a sostener el empleo y los ingresos (NT-OIT 2020)

Sin duda estas desigualdades también generarán un impacto en, por ejemplo: la desnutrición de los menores, la pobreza extrema y en casos extremos, el aumento de la violencia social.

La contracción económica, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional será de 9.4% en América Latina y el Caribe, lo que representa: 1) el cierre de empresas, y 2) la pérdida de empleo, con las consecuencias que estos dos puntos provocan en las sociedades.

De acuerdo con la OIT, en el primer semestre del año 2020, se han perdido 34 millones de empleos en la región América Latina-Caribe, y que, aunque la economía comienza a recuperarse poco a poco, no se recuperarán fácilmente en el corto plazo.

El reto es titánico, pero se cuenta con mano de obra calificada y con pueblos que han salido adelante, crisis tras crisis. Faltan más políticas públicas que tiendan a mantener las empresas abiertas que demanden de trabajadores para que estos a su vez tengan ingresos de subsistencia. No bastan las transferencias (ayudas) directas de los gobiernos a las personas vulnerables para erradicar la desigualdad. Gobernar no solo es ejercer el poder, también requiere de creatividad para acabar con los problemas históricos de la región.

 

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