HA MUERTO EL ROCK
En los últimos años la industria de la música ha crecido demasiado y han surgido nuevos géneros, propuestas musicales, y artistas, los cuales han opacado y dejado atrás a muchos otros, entre ellos: el Rock. Con esto surge la pregunta: ¿el rock ha muerto?
Seguramente este cuestionamiento se lo ha hecho más de un seguidor del género que se forjó con el sonido del rock clásico de las décadas de los 60, 70, 80 y 90, pues al comienzo del nuevo siglo en adelante pocas son las agrupaciones que han logrado tener un éxito relevante, esto al verse opacados por géneros como el pop, hip hop, y el reguetón que han dominado el mercado musical. Sin embargo, no es la primera vez que esto sucede, en los 70 sucedió con el auge de la música disco y el funk, en los 80 con el new wave y el pop, y en los 90 con el hip hop y la música dance que también tuvieron su apogeo, pero eso no impidió que las bandas del rock siguieran teniendo un gran éxito comercial.
Entonces, ¿por qué ahora más que nunca parece que el rock en verdad ha muerto? Esto se debe al crecimiento de la era tecnológica y con ello los artistas que giran entre el pop, hip hop y reguetón se posicionan en los primeros lugares de las listas de éxitos en todo el mundo, pero algunas bandas como Imagine Dragons aún ocupan un lugar dentro de estas.
Aquí surge otro inconveniente del que muchos se preguntarán: si Imagine Dragons, Coldplay, Muse4 u otros similares son rock auténtico; muchos dirán que no, sobre todo aquellos fanáticos del rock tradicional.
Para aclarar esto debemos entender cómo el rock tradicional ha evolucionado desde sus inicios. Nació entre los 40 y 50, mejor conocido como el blues con ritmos tan bailables y particulares de artistas como Chuck Berry, Elvis Presley y Little Richard; posteriormente el concepto del rock cambiaría al pop rock con el surgimiento del cuarteto de Liverpool: The Beatles, luego con bandas como The Rolling Stones y The Who que le darían un estilo mucho más poderoso y con un concepto de rebelión más marcado. Por otro lado bandas como los Beach Boys crearían nuevos subgéneros como el surf rock o Bob Dylan con el folk rock. Más tarde, a finales de la década de los 60 con el crecimiento de la cultura psicodélica, el rock psicodélico redefiniría el concepto del rock con una nueva visión artística y surreal; este subgénero rompería con las barreras del sonido del rock agregándole demasiada distorsión y uso de efectos. En los 70, hubo una división: el hard rock con bandas como Led Zeppelin, y en soft rock como Fleetwood Mac, pero algunas se posicionaban en medio de estos como Möntley Crüe con el glam rock. A finales de los 70 se generaría el punk rock, que más que un género fue una contracultura musical. En los 80 con el crecimiento de la música pop, gran parte de las bandas se adaptaron a un sonido donde destacaron los teclados y sintetizadores, teniendo como resultado el rock pop y el new wave rock. En los 90 surgió el grunge y un nuevo apogeo del heavy metal y el britpop. En el nuevo milenio, bandas como The White Stripes y The Strokes continuarían con el punk rock, siendo en su momento considerados los líderes del rock.
A inicios del siglo, todo eso cambiaría con el mercado de la música digital; la venta de CD´S se vería afectada considerablemente con el desarrollo de plataformas como ¡Tunes Store y Spotify, en las que los éxitos serían aquellos sencillos de música que crecieron con el uso de tecnologías digitales para su creación, dejando a un lado los álbumes físicos de rock. Muchos artistas se vieron en la necesidad de agregar más sonidos electrónicos y producciones digitales a su música para seguir siendo relevantes, los mejores ejemplos de ellos son Coldplay, The Killers y Linkin Park.
Ahora, conviene agregar que el hecho de que artistas como ellos hayan decidido esa adaptación no significa que estén mal, sino que simplemente han marcado un punto y aparte en lo que mucha gente considera rock o no. Entonces la gran incógnita: ¿Ha muerto el rock? No, simplemente sigue reinventándose. Lo esencial de él aún permanece en aquellos dedicados al género.
¡Larga vida al rock!