Reforma todos los viernes desde hace años 23 años publica a todo color el suplemento semanal Club / Red Carpet una revista de sociales o de nota rosa.
El número de páginas de los suplementos varía y con frecuencia supera las 100. El contenido son fotos con solo un pequeño texto. El propósito de quien aparece es verse y ser vistos. Es un acto exhibicionista.
No sé cuál es la concepción periodística que anima a Reforma, a publicar un suplemento como éste. No sé cuánto representan en los ingresos del periódico los muchos anuncios que ahí se encuentran. No sé si las personas paguen por aparecer en esos números.
Y tampoco sé cuál es la motivación de quienes deciden hacer público, de publicitar, eventos de la vida privada e incluso íntima. No sé por qué exponen a sus hijos menores de edad. No sé por qué se arriesgan al mostrarse.
¿Qué importancia tiene, para la sociedad los reportajes de las bodas, fiestas y bautizos de quienes deciden anunciarse como si fueran un producto? ¿Con qué sensibilidad social y ética editorial se defiende el contenido de estas publicaciones?
Las portadas y el contenido de cada número de Club / Red Carpet son ofensivas, en cualquier caso, pero todavía más en una situación como la que ahora se vive en el país. Es un grado superior de frivolidad. Es una agresión a millones de mexicanos que sufren por sus condiciones de pobreza agravadas por la pandemia.
Lo que derivo de mi revisión de algunos de los suplementos es que son profundamente clasistas. Que son una bofetada a los millones de mexicanos de las clases medias y los que viven en la pobreza, que nunca tendrán acceso al nivel y tipo de vida que se expone en cada número, que subraya la abismal desigualdad social que existe en el país.
El contenido de la revista, que se construye como modelo de aspiración, es ofensivo no sólo porque la gran mayoría de la población no vive así, sino porque presentarlo como algo para imitarse en un mundo que está en crisis por los excesos es inmoral.
En tiempos de la pandemia del Covid-19 con más de 50 mil muertos, 500 mil casos positivos, dos millones de empleos formales perdidos, 12 millones que no recibieron ningún ingreso en tres meses y no se sabe cuántos podrán obtener trabajo.
Con un aumento de 21 millones de mexicanos que ingresan a los niveles de la pobreza y la pobreza extrema el periodismo rosa, de por sí nefasto, resulta ahora todavía más irresponsable y agresivo.
El suplemento social de Reforma no es el único en el país y decenas de otros periódicos en los estados semanalmente publican revistas semejantes. La actual situación del país y los efectos de la pandemia obligan a repensar muchas cosas entre ellas la existencia de este tipo de publicaciones. (Una versión más amplia en Nexos Digital del 10.07.20)
Twitter: @RubenAguilar