A través de un trabajo conjunto, se brinda atención oportuna de este padecimiento.
El pasado 18 de mayo, don José, de 45 años, padre de familia y originario del municipio de Metepec presentó fiebre, cansancio, tos y dolor de pecho; todo esto indicaba sospecha de COVID-19, por lo que recurrió a una valoración vía telefónica. Al paso de los días, y al no ceder ninguno de los síntomas, acudió a un servicio médico privado donde le fue otorgado tratamiento, sin embargo, no tuvo mejoría en su estado de salud.
Cinco días después de la aparición de los primeros síntomas, decidió acudir a un servicio hospitalario público, donde le fue diagnosticado COVID-19. Ahí permaneció cuatro días con la posibilidad de ser intubado.
Ante esta situación, durante su estancia hospitalaria manifestó sentirse con mucha incertidumbre, angustia y preocupación. “La falta de oxígeno, escuchar aparatos médicos y el lamento de otros pacientes me causó un inmenso sentimiento de preocupación por mis dos hijos de 14 y 18 años”, detalló don José.
Una vez egresado del hospital acudió a su Unidad de Medicina Familiar (UMF) No. 220 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), donde, desde su egreso el 28 de mayo, ha recibido atención oportuna para el seguimiento y control de este padecimiento.
Destaca que desde el primer acercamiento a la Unidad recibió un servicio profesional, oportuno y adecuado de todos los trabajadores, desde el vigilante hasta los médicos.
La doctora Ana Manuela Hernández Becerra, jefa del Servicio de Medicina Familiar de la UMF No. 220, refirió que para dar seguimiento oportuno de la evolución en el estado de salud de don José, se realizó una primera valoración a través del servicio de Medicina Interna; posteriormente, fue canalizado al servicio de Neumología.
Le fueron realizados estudios complementarios para valorar su función pulmonar, así como una prueba de esfuerzo. Al notar la complicación en la saturación de oxígeno, le fue prescrito oxígeno domiciliario por 16 horas al día, así como cita abierta en el servicio de Urgencias.
Indicó que fue necesario realizar un trabajo conjunto entre el personal de Medicina Interna, Medicina Familiar y valoración del Segundo Nivel de Atención para estar preparados en caso de que don José requiriera hospitalización”, indicó.
“El personal del IMSS siempre está en la mejor disposición de otorgar atención de calidad a sus pacientes, estamos trabajando al cien, nos preocupa la salud y el bienestar de nuestros derechohabientes”, destacó la doctora Hernández Becerra.
Finalmente, don José expresó: “Agradezco enormemente a la UMF, a todo el personal. Desempeñan su trabajo con ética y profesionalismo, preocupados por lo más valioso, que es la salud. Hay que seguir las instrucciones para poder mejorar día a día; me siento afortunado de tener la oportunidad de aprovechar con mi familia una nueva oportunidad de vida gracias a ellos”.