Quién iba a decir que 2020 sería el año histórico para los eventos virtuales; ni siquiera los programas tecnológicos más avanzados, analistas en proyecciones o expertos con niveles de IQ impresionantemente elevados hubieran podido predecirlo.
Y sí, simplemente en la vida, hay sucesos que llegan, que aparecen y sorprenden sin avisar.
Hace unos meses hubiera parecido absurdo, completamente frío e impersonal el tema de llevar a cabo eventos virtuales; pero como lo hemos dicho antes, el cambio nos exige adaptación y en estos meses los números han demostrado la gran capacidad que tenemos de adquirir nuevos hábitos, habilidades y aprendizajes.
Los eventos híbridos para finales de 2020 y 2021 serán vistos alrededor del mundo.
Según estudios realizados por eventtrends a finales de 2019, sobre tendencias de eventos para el año 2020, muestra que el 47% de los organizadores de eventos creía que la personalización de eventos hubiera sido la más destacada para 2020, paralelo a los eventos sustentables en los cuáles se venía ya planeando y aterrizando desde hace años. El 53% predecían que la seguridad iba a ser el factor más importante a considerar. Solamente el 5.26% estaba preocupado por el tema de ciberseguridad.
Obviamente estos datos se han revertido de manera drástica; porque actualmente el tener la cantidad de eventos virtuales con millones de participantes de manera constante, ha forzado que la ciberseguridad sea un factor primordial a considerar.
Por supuesto la generación de conceptos creativos y contenidos en diferentes formatos que logren generar emociones y conexiones humanas abre espacios para aquellos que lo saben hacer. Pero el destino de los caminos inciertos tiene un tono en donde la innovación toma aún más relevancia y nos reta a esforzarnos a hacer más con lo que tenemos.
No todos en su evento estarán en el mismo lugar; la personalización permite que cada asistente obtenga exactamente lo que necesita. Los eventos virtuales que logren ese toque humano y personalizado, bien pensado y ejecutado tendrán más probabilidad de ser recordados y exitosos. De hecho, las herramientas digitales aunadas a experiencias interactivas son infinitas y nos permiten satisfacer e incluso, en ocasiones, superar las expectativas del público.
Una de las grandes ventajas de los eventos virtuales es que los asistentes pueden ver la agenda con tiempo y adaptar sus horarios a las actividades, experiencias y sesiones a las que realmente desean asistir. Los asistentes pueden filtrar los cientos de sesiones y enfocarse en la mezcla que mejor le funcione a cada uno.
Los anfitriones y meeting planner pueden hacer sugerencias a sus invitados basados en inteligencia de datos; tema que será vanguardista en la producción de cualquier evento híbrido o virtual. El uso adecuado de los datos ayudará a personalizar aún más cada experiencia para deleitar de manera especial a cada asistente.
El envío de contenidos y recursos a casas tomará cada vez mayor fuerza; los boxes deliverys que incluyan kits de diversas cosas, que den valor y sirvan de conexión con el evento para formar hermandad, colaboración y comunidad serán la diferencia. Desde recibir un fit kit con accesorios y rutinas de ejercicio, hasta recibir una caja completamente sellada y hermética con todos los ingredientes para preparar una pizza o incluso una clase de mixología para hacer tu propio cóctel.
Si bien, las marcas y especialmente, la industria de reuniones se han visto afectadas por la pandemia; se han abierto caminos y posibilidades que antes nadie hubiera conceptualizado y ahora no solo lo pensamos y lo planeamos; encontramos la manera, las herramientas y el talento para implementarlos.