- González Márquez explicó que la estrategia que impulsa la Secretaría consta de siete ejes de transición que garantizarán la sustentabilidad de manera armónica y respetuosa.
- Participó la dependencia en el evento Revolución Sostenible: diálogos por la recuperación, la resiliencia y la equidad, organizado por WRI México
Más allá de revelar el abandono del sector salud, la crisis mundial generada por el COVID-19 ha evidenciado las vulnerabilidades estructurales que enfrenta la humanidad debido a que depende de un sistema económico que ya rebasó sus límites y que, por lo mismo, nos obliga a transitar a un modelo que considere la relación que existe entre la salud humana y la ambiental.
Iván González Márquez, de la oficina del Secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Víctor M. Toledo, expuso lo anterior al participar en la segunda mesa de alto nivel de la primera jornada de Revolución Sostenible: diálogos por la recuperación, la resiliencia y la equidad, organizado por el Instituto de Recursos Mundiales (WRI) México.
Dijo que además de los problemas de salud, el mundo deberá afrontar una crisis económica en la que se deberán replantear las fuentes energéticas, toda vez que ya se alcanzó el tope señalado para los combustibles fósiles y las energías alternativas todavía no alcanzan el desarrollo necesario para satisfacer la demanda mundial.
Durante su intervención aseguró que antes de esta crisis, la Semarnat ya venía trabajando una estrategia para hacer frente a este problema que está relacionado con el sistema alimentario, donde se pueden apreciar situaciones que tienen que ver con la degradación de los ecosistemas y el tráfico de especies, entre otros.
Explicó que la dependencia federal lanzó en días pasados la Agenda de Transiciones Ambientales, que contempla siete ejes de transición hacia un nuevo modelo que garantice la sustentabilidad mediante el respeto a los ecosistemas y sus recursos, en armonía con el desarrollo saludable de los mexicanos.
La Agenda tiene como objetivo fundamental el bienestar de la población, mediante alianzas estratégicas con todos los sectores y con una visión integral que no excluya a ninguno, como los modelos anteriores.
Esto nos lleva a replantear nuevos esquemas que incluyan alianzas con los gobiernos federal, estatales y locales, la sociedad civil, el sector productivo empresarial, la academia, entre otros participantes para aplicar este nuevo modelo que gestione de manera responsable los recursos naturales a fin de garantizar su futuro.
González Márquez consideró que el “coma inducido” al que ha sido sometida la economía mundial debido a esta enfermedad, es una oportunidad para definir las prioridades que hay que atender y que tienen una primera conexión con temas ambientales y productivos, para revertir las vulnerabilidades estructurales que enfrenta la humanidad por deterioro de su actual sistema de desarrollo.
Coincidió con los ponentes en que la crisis por el COVID-19 ha develado el abandono en que se encontraba el sector de salud pública, por lo que el reto es evitar que pase lo mismo con la crisis ambiental que desde hace años ya enfrenta el planeta y cuya alerta fue emitida hace dos años por especialistas medioambientales.