El racismo ataca el corazón mismo de lo que significa ser humano

Jarabe Tapatío

Todas las personas somos diferentes, todas únicas, y todas iguales. Nadie debería quedarse atrás o verse dejado de lado en la sociedad por ser quien es o por venir de donde viene.

A pesar de estar en época COVID-19 , nuestros círculos sociales son cada vez más diversos, y cada vez hay más apoyo para promover la diversidad; además, en algunos otros países la gente muestra actitudes cada vez más tolerantes. Sin embargo, en América Latina y en México hay gente que sigue recibiendo un trato diferente e injusto simplemente por ser quien es.

Como un conflicto dormido y sin resolver que a veces despierta de su letargo, el racismo en nuestro país volvió a ser centro de polémica y discusión en los últimos días. La chispa que lo encendió fue el homicidio del afroestadounidense George Floyd bajo custodia de la policía de Minneapolis el pasado 25 de mayo.

Los mexicanos usaron las redes para condenar lo ocurrido, pero muchos reprochamos que no hace falta precisamente mirar hacia el vecino del norte para ver muestras de racismo alrededor. Aquí tenemos un caso más reciente y local como es el de Giovanni López, quien murió por traumatismo craneoencefálico el lunes 4 de mayo. Fue presuntamente asesinado por policías en Jalisco, México. La razón que dieron, cuando lo detuvieron y arrestaron, fue por no traer un cubrebocas.

Y más teniendo en cuenta que en, el propio México, más de la mitad de la población reconoce que se le insulta por el color de su piel y por su condición social – cultural- política, según el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación.

La discriminación ataca el corazón mismo de lo que significa ser humano. Discriminar es dañar los derechos de alguien simplemente por ser quien es o por creer en lo que cree. La discriminación es nociva y perpetúa la desigualdad.

El racismo es un ataque contra el concepto mismo de la universalidad de los derechos humanos, ya que de forma sistemática niega a ciertas personas el pleno disfrute de sus derechos humanos sólo por su color, raza, etnia u origen nacional. Ataca directamente el principio fundamental sobre el que se basa la Declaración Universal de los Derechos Humanos: que los derechos humanos son inherentes a la persona y que deben disfrutarlos todas sin distinción. Socava también cualquier derecho del ser humano, ya sea civil, político, económico, social o cultural. El racismo afecta, en varios grados y de diversas formas, a todos los países del mundo.

Todos tenemos derecho a ser tratados por igual, con independencia de nuestra raza, etnia, nacionalidad, clase, casta, religión, creencias, sexo, género, lengua, orientación sexual, identidad de género, características sexuales, edad, estado de salud u otra condición. Y, aun así, con demasiada frecuencia oímos historias desgarradoras de personas que sufren la crueldad sólo por pertenecer a un grupo “diferente” de quienes están en posiciones de privilegio o de poder.

En este sentido se han levantado personalidades y organizaciones que tienen tiempo trabajando por la situación del racismo en el que vivimos globalmente, partiendo de la idea #BlackLivesMatters ( las vidas negras cuentan) que yo le agregaría la universalidad de que no solo la gente negra es discriminada, solo falta revisar el tema de los inmigrantes que van hacia los Estados Unidos, pero el punto es que en lo particular admiro la lucha del ex futbolista de la NFL, Colin Kaepernick quien inició el movimiento: “Know your rights“ (conoce tus derechos) cuya  misión es avanzar en la liberación y el bienestar de las comunidades negras y marrones a través de la educación, el autoempoderamiento, la movilización masiva y la creación de nuevos sistemas que eleven a la próxima generación de líderes de cambio. A través de 10 puntos para combatir el racismo, los cuales enumero a continuación.

 

  1. Tienes el Derecho de ser libre.
  2. Tienes el Derecho de tener salud.
  3. Tienes el Derecho a ser brillante.
  4. Tienes el Derecho de estar segura/o.
  5. Tienes el Derecho a ser amada/o.
  6. Tienes el Derecho a ser valiente.
  7. Tienes el Derecho de vivir.
  8. Tienes el Derecho de creer.
  9. Tienes el Derecho de ser educada/o.
  10. Tienes el Derecho de conocer tus Derechos Humanos.

La lucha con una sociedad bien informada es tan poderosa que nada la puede detener, pero necesita de liderazgos, de seguidores, de personal voluntario y activista; pero sobre todo de usted. El compromiso debe ser continuo con la liberación para todos los que sufren alguna clase de racismo, lo que significa que continuamos el trabajo de nuestros antepasados ​​y luchamos por nuestra libertad colectiva porque es nuestro deber.

Todos los días, hay que comprometemos a curarnos a nosotros mismos y a los demás, y a crear conjuntamente, junto con camaradas, aliados y familias, una cultura en la que cada persona se sienta vista, escuchada y apoyada.

También hay que fomentar una red de afirmación queer. En todo movimiento, protesta o cuando nos reunimos socialmente, hay que hacerlo con la intención de liberarnos del estrecho control del pensamiento heteronormativo, o más bien, la creencia de que todos en el mundo son heterosexuales (a menos que ellos / ellos o ellos revelen lo contrario).

Finalmente hay que encarnar y practicar la justicia, la liberación y la paz en nuestros compromisos mutuos. #NoAlRacismo.

Facebook: Ariel Pérez Garduño

Twitter: @ArielPerez117

Las opiniones expresadas por los columnistas son independientes y no reflejan necesariamente el punto de vista de Cadena Política.

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